Cómo puedes hablar con tu médico sobre el cáncer de mama (seno) metastásico
Recibir un diagnóstico de cáncer de mama metastásico puede sentirse como adentrarse a un mundo totalmente desconocido, donde el lenguaje es extraño y entender los pasos a seguir resulta abrumador.
Considera al médico y a su equipo como guías en este nuevo mundo. Están ahí para informarte sobre la enfermedad, hacerte recomendaciones sobre el tratamiento y escuchar lo que es importante para ti.
Mantener una comunicación abierta y clara con el médico resulta fundamental para elaborar un plan de tratamiento que respete tus necesidades, emociones y decisiones.
La importancia de la comunicación entre médico y paciente
Es entendible que no recuerdes mucho de la primera conversación que tuviste con el médico sobre el cáncer de mama metastásico. Pero, a medida que el impacto inicial del diagnóstico comienza a disminuir, es probable que te surjan muchas preguntas. Escucha atentamente al médico y asegúrate de que él también te escuche.
Incluso si te preocupa que tus preguntas puedan parecer tontas o que el médico no tenga tiempo para responderlas, hazlas de todos modos. Recuerda: el médico y su equipo están ahí para guiarte en este proceso.
Asegúrate de hablar con tu médico sobre tus prioridades y preferencias de tratamiento para que ambos estén de acuerdo. Por ejemplo, es posible que desees tratar el cáncer de la forma más agresiva posible, aunque ello implique sufrir efectos secundarios graves. O puede que lo más importante para ti sea mantener una buena calidad de vida. El médico utilizará esta información para recomendarte un tratamiento y explicarte los riesgos y beneficios de cada opción. Tómate tiempo para reflexionar sobre las recomendaciones y elaborar un plan en conjunto.
Es posible que tengas preguntas entre las citas programadas y no quieras esperar para obtener respuestas. Pregúntale al médico cómo desea comunicarse fuera de la consulta. Por ejemplo, algunos médicos prefieren usar el correo electrónico, las llamadas telefónicas o el portal del paciente para enviar mensajes electrónicos.
Puedes cambiar de opinión sobre el tratamiento en cualquier momento. Si no puedes controlar los efectos secundarios, o el plan es demasiado exigente para tu familia o tu economía, es importante que hables con el médico. En la mayoría de los casos, puedes probar otros tratamientos.
Consejos para obtener la información que necesitas
Los estudios demuestran que las personas olvidan entre el 40 % y el 80 % de la información que escuchan en una consulta médica. ¿Cómo puedes asegurarte de salir con la información que necesitas? A continuación, te presentamos algunas opciones para que consideres:
Lleva una lista escrita de los temas que te gustaría tratar con el médico. Entre una cita y otra, pueden cambiar muchas cosas. Tomar nota de los síntomas que deseas comentar o de los cambios en tu salud o en tu vida puede ayudarte a asegurarte de abordar lo que para ti es más importante.
Trae a un familiar o amigo a la cita. Contar con un par de ojos y oídos extras puede ser una manera útil de obtener más información de la consulta. Asegúrate de explicarle a tu acompañante cuáles son tus objetivos para la cita y de qué manera puede ayudarte de la mejor forma. Por ejemplo, puedes pedirles que anoten los puntos clave o que hagan preguntas para aclarar lo que dijo el médico.
Pregúntale al médico si puedes grabar la conversación. Según cómo te sientas física y emocionalmente, puede ser difícil recordar todo lo que se trata en una cita con el médico. Pregúntale al médico si puedes hacer una grabación de audio para repasar la información más adelante.
Solicita un intérprete para la cita. Si el médico no habla tu idioma, llama a su consultorio antes de la cita y solicita un intérprete. Asegúrate de decirle al intérprete y al médico si hay algo que no entiendes durante la cita.
Pídele al médico que explique con palabras sencillas cualquier cosa que no entiendas. Es posible que el médico utilice jerga médica cuando habla contigo. Si hay algo que no entiendes, pídele que te lo explique de una manera más sencilla. Después, repite lo que has oído para asegurarte de que lo hayas entendido. Si hiciste todo lo posible por comunicarte con el médico, pero no estás conforme con sus respuestas, puedes considerar buscar otro profesional de la salud.
Pedir una segunda opinión
La obtención de una segunda opinión consiste en pedirle a otro médico especializado en cáncer de mama o a un equipo de especialistas que revisen tus informes médicos y los resultados de los análisis para que te sugieran opciones de tratamiento.
Puedes pedir una segunda opinión en cualquier momento del proceso del tratamiento del cáncer. Algunas de las razones más comunes por las que se busca una segunda opinión son las siguientes:
recibiste un nuevo diagnóstico;
quieres que otro médico revise tu diagnóstico y el plan de tratamiento al que te sometiste hasta ahora;
tienes dificultades para comprender al médico y para comunicarte con él o ella; o
quieres que otra persona te explique tus opciones de tratamiento.
Es normal sentir incomodidad a la hora de decirle al médico que estás buscando una segunda opinión, o que no sabes a dónde acudir para obtenerla. Recuerda que las segundas opiniones pueden ser una parte importante de la planificación del tratamiento, y la mayoría de los médicos están acostumbrados a tener este tipo de conversaciones.
Deberás informarle al médico que tienes planes de buscar una segunda opinión, ya que tendrá que ayudarte a compartir tus historiales médicos, estudios de imagen y los resultados actualizados de análisis y pruebas con el nuevo médico. Además, algunos planes de seguro médico exigen que sea tu médico quien solicite la segunda opinión, y no tú.
Si todavía te resulta incómodo hablar con el médico sobre la segunda opinión, considera plantear la conversación de la siguiente manera:
“Respeto su opinión, pero nunca tomo una decisión importante sin consultar con más de un especialista. Siento que tengo una sola oportunidad de hacer las cosas bien. Creo que necesito la confirmación de una segunda opinión”.
“Por mí y por mi familia, debo asegurarme de que recorrí todos los caminos posibles. Por eso me gustaría obtener una segunda opinión sobre todo lo que hemos analizado”.
En general, no suele suponer ningún riesgo retrasar brevemente el inicio del tratamiento para obtener una segunda opinión. Puedes comentarle la situación a tu médico para evaluar hasta qué punto es tolerable el retraso.
Considerar lo que te importa
Puede que el cáncer de mama metastásico sea parte de tu vida, pero no te define. Debes conversar con el médico sobre cómo deseas equilibrar el tratamiento con tu vida diaria. A continuación, encontrarás algunas preguntas que pueden ayudarte a evaluar tus opciones de tratamiento:
¿Cuáles son tus preferencias de tratamiento? ¿Quieres probar todos los tratamientos que puedan evitar que el cáncer se propague?
¿Cuál es tu estado de salud general? ¿Puedes tolerar tratamientos más intensos o efectos secundarios frecuentes?
¿Cuán importante es para ti la calidad de vida? ¿Estás abierta a los tratamientos aunque los efectos secundarios puedan reducir tu calidad de vida?
¿Qué tan importante es para ti controlar el dolor?
¿Te interesaría participar en un ensayo clínico?
¿Tienes seguro médico? ¿Te preocupa el costo del tratamiento?
¿Cuentas con una red de contención de personas que puedan ayudarte con las actividades cotidianas si lo necesitas?
¿Cuál es la mejor manera de que el equipo médico se comunique contigo? ¿Quieres obtener información sobre tu salud en términos científicos, de manera directa y sin rodeos? ¿O prefieres un enfoque más delicado?
Preguntas que debes hacerle al médico
Algunas preguntas que puedes hacerle al médico acerca del tratamiento del cáncer de mama metastásico:
¿Necesito una biopsia para saber si ha cambiado el estado del cáncer con respecto a los receptores de hormonas o HER2?
¿Por qué me recomienda un tratamiento en particular?
¿Cuáles son los beneficios de cada uno de los tratamientos posibles? ¿Cuáles son los efectos secundarios?
¿Cómo afectaría a mi calidad de vida cada uno de los tratamientos?
¿Cómo sabré si el tratamiento está funcionando?
¿Qué tipo de puebas me realizarán?
¿Qué pasa si el tratamiento deja de funcionar?
¿Cómo sabré cuándo cambiar de tratamiento?
¿Puedo tomarme un descanso del tratamiento?
¿Qué pasa si decido no recibir un tratamiento?
¿Existen estudios clínicos que puedan beneficiarme?
— Se actualizó por última vez el 3 de septiembre de 2025, 17:03