La historia de Courtney: No era la lactancia, era el cáncer de mama (seno)

Después de que los médicos la rechazaran en dos ocasiones, el bulto de Courtney resultó ser maligno.
 
Courtney Parker headshot

Courtney Parker es integrante de la comunidad de Breastcancer.org en Fort Worth, Texas, EE. UU.

Soy profesora de secundaria y entrenadora de gimnasia. En abril de 2017, mientras participaba en el campeonato estatal, me noté un bulto del tamaño de un guisante en la mama izquierda. Pensé que era mastitis, y me trataron con antibióticos. Pero no desapareció, así que en mayo, fui al médico. Me dijo que eran cambios en las mamas debido a la lactancia y que volviera en dos meses. Volví en julio, y el bulto entonces era del tamaño de una pelota de softball. Me hicieron una ecografía, una mamografía y luego una biopsia. Estaba enfadada conmigo misma por no haberme defendido en mayo.

A medida que iban llegando todos los resultados durante las dos semanas siguientes, me encontraron un tumor positivo para HER2 en la mama izquierda y terminarían por encontrarme un tumor triple negativo en la mama derecha. Durante los primeros días de mi diagnóstico, pensé que tendría una lumpectomía y que volvería a amamantar a mi bebé de 13 meses. Tardé un tiempo en comprender lo que estaba a punto de ocurrir.

Completé 18 tandas de quimioterapia, faltando varias semanas debido a que tenía cifras de células sanguíneas demasiado bajas. Me sometí a una mastectomía doble en enero de 2018. Seis semanas después de la cirugía, terminé en el hospital a causa de un choque séptico. Esto retrasó el inicio de la radiación. Después de 28 sesiones de tratamiento con radiación, pensé que había terminado para siempre. Pero no sabía que era solo el principio. La radiación me tensó el tejido de la reconstrucción, así que tuve que volver a someterme a cirugía. Tengo efectos secundarios de la quimioterapia, así que es una consulta tras otra. Es difícil. Quiero dejar esto atrás y olvidarlo, pero todavía estoy en pleno proceso. Debido a mi estado con respecto al gen BRCA1 , me hicieron una histerectomía completa en junio de 2020. Existe el temor de que vuelva a aparecer. Cada vez que tengo dolor de cabeza o dolor en las articulaciones, la pregunta se me viene directamente a la cabeza: ¿qué será?

Encontré un propósito al compartir mi historia con los demás. He hablado con grupos AYA [adolescentes y adultos jóvenes], oncólogos, sobrevivientes, etc. con la esperanza de que mi historia pueda ayudar a otras personas que padecen o padecieron cáncer a encontrar un propósito. Mirando hacia atrás y pensando por qué no presioné para hacerme una mamografía en mayo de 2017, creo que solo quería creer que no podía ser cáncer. Quería creer que la lactancia era la causa de los cambios en las mamas. Quería creer que el cáncer de mama no podía ocurrirle a alguien de solo 32 años.

En 2018, inicié una beca para estudiantes de último año de secundaria que se graduaban y tenían experiencias y conocimiento de primera mano de lo que el cáncer puede hacerle a una familia. Hoy, Stage 3 lleva otorgadas cuatro becas con fondos superiores a $6.000.