Cómo el cáncer de mama (seno) puede afectar la salud mental
Actualizado el 20 de mayo de 2025
Recibir un diagnóstico de cáncer de mama puede causarte preocupación, miedo o depresión, y recordarte situaciones traumáticas del pasado. Sin embargo, si conoces cómo el cáncer de mama puede afectar tu salud mental, podrás obtener el apoyo que necesitas.
Casi una de cada cuatro personas diagnosticadas con cáncer de mama sufre depresión, según la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS, sigla en inglés). También es más probable que las personas que reciben un diagnóstico de esta enfermedad presenten al menos uno de los siguientes problemas:
Cuidar tu salud mental y tu bienestar después de recibir un diagnóstico de cáncer de mama puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida, en especial si te sientes diferente. Tal vez sea conveniente que consideres solicitar servicios de apoyo para la salud mental si presentas alguno de estos síntomas:
alteraciones del sueño, como dificultad para conciliar el sueño o dormir
cambios en el estado de ánimo general, como un enorme sentimiento de tristeza o estrés o preocupación constantes
falta de felicidad o interés por actividades que sueles disfrutar
cambios en el apetito que conduzcan a la pérdida o el aumento de peso
dificultad para salir de la cama debido a una falta de energía y no a los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
dificultad para concentrarte o prestar atención
consumo de alcohol o drogas para reducir el estrés
aumento de las dolencias y las molestias, incluidos los dolores de cabeza y estómago
Es importante tener en cuenta que no tienes que recibir un diagnóstico oficial de una afección o un trastorno de salud mental para beneficiarte de los servicios de salud mental.
Un diagnóstico de cáncer de mama puede afectar la salud mental de algunas personas en mayor medida que la de otras. Estos son algunos factores que podrían incidir en cómo el cáncer de mama afecta tu salud mental:
antecedentes de enfermedad mental previos al diagnóstico de cáncer de mama
una situación traumática anterior
un diagnóstico de cáncer de mama a una edad temprana
falta de apoyo social por parte de familiares, amigos o la comunidad
falta de acceso a una educación superior
ingresos más bajos
Recibir apoyo después de un diagnóstico de cáncer de mama metastásico
Independientemente de si el cáncer de mama metastásico es un primer diagnóstico o una recurrencia, es normal que una persona se sienta enojada, asustada, estresada, indignada, deprimida o tranquila. Tal vez cuestiones los tratamientos que recibiste, te enojes con los médicos o te sientas preparada para enfrentar el diagnóstico con una actitud práctica y realista. No hay una manera correcta o incorrecta de aceptar un diagnóstico de cáncer de mama metastásico.
Salud mental y tratamientos del cáncer de mama
Al igual que un diagnóstico de cáncer de mama, algunos tratamientos para esta enfermedad también pueden afectar la salud mental de una persona.
Los siguientes tratamientos del cáncer de mama pueden causar síntomas de depresión, ansiedad o cambios en el estado de ánimo de ciertas personas.
Quimioterapia: estos medicamentos pueden causar muchos efectos secundarios, como fatiga, náuseas y pérdida del apetito. A partir de las investigaciones, también se ha demostrado que algunos de ellos guardan un vínculo con casos de depresión, ansiedad y alteraciones del sueño. Obtén más información.
Terapia hormonal: todas las terapias hormonales tienen efectos secundarios que pueden afectar el estado de ánimo. Por ejemplo, el tamoxifeno puede causar una menopausia temprana y los inhibidores de la aromatasa pueden provocar dolor en las articulaciones. Ambos efectos pueden incidir en el estado de ánimo. Obtén más información.
Menopausia médica: cuando tu menstruación se detiene durante más de un año, se considera que entras en la menopausia. Este proceso suele ocurrir lentamente. Sin embargo, ciertos tratamientos del cáncer de mama pueden inducir la menopausia de forma muy inmediata, lo cual puede provocar cambios en el estado de ánimo.
Hipotiroidismo: la tiroides es una glándula ubicada en el cuello que regula las hormonas. Ciertos tipos de radioterapia administrados en la zona del tórax o el cuello, así como ciertos medicamentos de inmunoterapia, pueden alterar el funcionamiento adecuado de esta glándula. Cuando la glándula tiroidea no se encuentra completamente activa, puede que sientas cansancio o desánimo.