Actualización: Cirugía y reconstrucción mamaria durante la pandemia de COVID-19
Las doctoras Potter y Sprunt trabajan juntas en el tratamiento del cáncer de mama y en la reconstrucción mamaria.
El 21 de abril de 2020, la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos (ASPS, sigla en inglés) publicó pautas relacionadas con la reanudación de los procedimientos de reconstrucción mamaria. Además, la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Mama emitió guías actualizadas sobre cómo tratar a personas con cáncer de mama durante la pandemia.
En el podcast, escucharás a las doctoras Potter y Sprunt explicar lo siguiente:
- Mensaje del patrocinador
por qué la reanudación de las operaciones por cáncer de mama y de los procedimientos de reconstrucción mamaria dependerá del lugar de residencia de las mujeres
- Mensaje del patrocinador
cómo ha cambiado el proceso quirúrgico a raíz de la pandemia de la COVID-19
- Mensaje del patrocinador
cómo han cambiado los procedimientos postoperatorios como resultado de la pandemia de la COVID-19
La Dra. Elisabeth Potter es cirujana plástica certificada. Obtuvo su título de Medicina en la Universidad Emory. Completó su residencia en Cirugía Plástica en el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern y su formación en Microcirugía y Cirugía Plástica Reconstructiva en MD Anderson. La Dra. Potter se especializa en reconstrucción mamaria autóloga y ha realizado más de 750 cirugías con colgajo DIEP.
La Dra. Julie Sprunt es cirujana certificada e integrante de la Academia Americana de Cirujanos. Se especializa en cirugía mamaria y brinda tratamiento para todas las afecciones mamarias. Luego de graduarse del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, hizo su residencia en cirugía general en la Universidad de Texas, en Austin, y completó su formación como oncóloga quirúrgica mamaria en la Universidad del Sur de California.
— Se actualizó por última vez el 17 de enero de 2023, 16:13
Jamie DePolo: Hola. Como siempre, gracias por estar del otro lado. Hoy tenemos la gran suerte de contar con dos excelentes cirujanas como invitadas: la Dra. Elisabeth Potter y la Dra. Julie Sprunt. La Dra. Potter es cirujana plástica certificada. Obtuvo su título en Medicina en la Universidad Emory. Completó su residencia en Cirugía Plástica en el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern y su formación en Microcirugía y Cirugía Plástica Reconstructiva en MD Anderson. La Dra. Potter se especializa en reconstrucción mamaria autóloga y ha realizado más de 750 procedimientos con colgajo DIEP.
La Dra. Sprunt es cirujana certificada e integrante de la Academia Estadounidense de Cirujanos y se especializa en cirugía mamaria para todas las afecciones relacionadas con las mamas. Luego de graduarse del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, hizo su residencia en Cirugía General en la Universidad de Texas, en Austin, y completó su formación como oncóloga quirúrgica mamaria en la Universidad del Sur de California. Las doctoras Potter y Sprunt trabajan juntas en el tratamiento del cáncer de mama y en la reconstrucción mamaria.
Hoy nos pondrán al día sobre las pautas relacionadas con la cirugía y la reconstrucción mamaria en esta época de COVID-19, ya que en algunos estados se han empezado a flexibilizar las restricciones de la cuarentena. Dra. Potter y Dra. Sprunt, bienvenidas al podcast.
Dra. Julie Sprunt: Muchas gracias por invitarnos.
Dra. Elisabeth Potter: Nos alegra estar aquí.
Jamie DePolo: Dra. Potter, quiero empezar con usted, porque sé que la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos ha publicado una nueva declaración sobre lo que los cirujanos deben considerar antes de reanudar los procedimientos de reconstrucción. ¿Podría hablar brevemente sobre eso?
Dra. Elisabeth Potter: Por supuesto. Me complace decir que la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos ha publicado una serie de consideraciones muy bien pensadas para quienes empezamos a operar en esta época después de que la COVID-19 se ha convertido en parte de nuestra nueva realidad. Básicamente, lo que se desprende de esta declaración es que, en realidad, las decisiones deben tomarse en forma local y regional.
Creo que la declaración reconoce que, en diferentes partes de nuestro país, esta crisis se experimenta en diferentes momentos y en distintos grados. Considero que esto será así de ahora en adelante, y esta declaración nos permite, como médicos, tomar buenas decisiones médicas para nuestros pacientes si la situación local o regional es segura para seguir adelante con operaciones importantes como la cirugía por cáncer de mama y la reconstrucción mamaria.
La declaración entra en gran detalle con respecto a la toma de decisiones, pero básicamente se reduce a lo siguiente: hable con su médico y, si la situación local o regional es segura, entonces hay maneras seguras de proceder.
Jamie DePolo: Bien. Y. Dra. Potter, me gustaría seguir con usted, porque asumo que esto dependerá mucho del lugar donde viva la persona. Así que, si alguien está en Nueva York ahora mismo, es probable que no se opere esta semana, por ejemplo. Pero si vive en otro lugar… Recuerdo que me dijo antes de que empezáramos el podcast que había operado hoy. Entonces, si alguien está en el área de Austin, es posible que se someta a cirugía esta semana. ¿Podrías hablar un poco sobre esto?
Dra. Elisabeth Potter: Por supuesto. Según la zona del país en la que se viva, es posible que la cirugía aún no sea segura. Y sé que los cirujanos y hospitales están trabajando sin descanso para asegurarse de poder seguir adelante con los procedimientos tan pronto como sea seguro. Pero es importante reconocer que varias características de esta pandemia influirán en quién puede operarse y en qué momento puede hacerlo.
Por ejemplo, ¿cuál es el número de casos en la comunidad? ¿Está aumentando o disminuyendo? La oleada —todos hemos oído ese término— ¿ha alcanzado su punto máximo? ¿Tiene la comunidad todos los recursos, personal, equipo de protección personal [EPP], camas, todas estas cosas disponibles para tratar a las personas afectadas por la COVID-19? Nuestros hospitales son sistemas realmente complejos y pueden trabajar junto con nosotros para determinar con exactitud lo que necesitan para planificar a futuro y pensar de antemano en relación con la COVID-19 en cada comunidad. Y una vez que hayan reservado esos recursos y se hayan asegurado de que es posible, hay formas de planificar para seguir adelante con otras intervenciones, incluso con operaciones programadas.
Jamie DePolo: Bien. Dra. Sprunt, quiero dirigirme a usted, porque la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Mama publicó pautas actualizadas sobre el tratamiento de las personas con cáncer de mama durante la pandemia. ¿Podría hablar de ello y decirnos qué significa para los pacientes? Y, nuevamente, voy a preguntar esto ahora, por adelantado: asumo que esto también dependerá de dónde viva la persona.
Dra. Julie Sprunt: Así es, y ese es realmente el punto central de las pautas actualizadas. Se ha hecho evidente en todo el país que, en algunas ciudades, se vive la pandemia de la COVID-19 de manera muy diferente y que se utilizan los recursos locales de forma distinta. Por eso, la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Mama, en sus pautas más actualizadas, enfatiza que estas decisiones y pautas que establecen se basan en los recursos locales. Y así, ciertamente, si trabajan o viven en una ciudad que tiene los recursos adecuados, nuestro objetivo, como cirujanos de mama, es seguir tratando el cáncer de mama según el estándar de atención.
Si se encuentran en una situación en la que no es posible cumplir con el estándar de atención porque no pueden llegar en forma segura al quirófano, por fortuna las pautas establecidas por la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Mama permiten opciones de tratamiento seguro que no necesariamente implican pasar por el quirófano primero. Un buen ejemplo sería una mujer posmenopáusica con un cáncer de mama fuertemente [positivo para] receptores de hormonas. Esas mujeres podrían tomar un comprimido antihormonal hasta que la disponibilidad, o los recursos, permitan que esas pacientes se operen. Afortunadamente, es una estrategia de tratamiento que se viene utilizando en otros países desde hace tiempo, por lo que tenemos datos sólidos que demuestran que es una opción segura.
Lo que me ha reconfortado de todas las pautas que existen es que, cuando las leo, sé que son estrategias de tratamiento seguras para los pacientes. Puede ser diferente de lo que hacíamos antes de la pandemia de la COVID-19, pero es una estrategia de tratamiento segura basada en datos realmente buenos. Por lo tanto, las pautas actualizadas nos permiten, como cirujanos de mama, evaluar nuestros recursos locales y avanzar con el tratamiento estándar si es posible. Si no es posible, tendremos que recurrir a estas pautas para tratar a los pacientes de forma alternativa y segura.
Jamie DePolo: Bien. Gracias. Ahora, Dra. Sprunt, me quedaré con usted. Ya que ambas han operado hoy, tengo curiosidad. ¿Podrían hablar un poco de las precauciones adicionales, si es que se tomó alguna, o de cómo fue el procedimiento? Tengo la sensación de que esta será una pregunta en la mente de muchas mujeres que puede que tengan que operarse: ¿Qué será diferente? ¿Qué puedo esperar que sea diferente, si es que cambiará algo? No sé. Así que empezaré con usted, Dra. Sprunt, y luego le haré la misma pregunta a la Dra. Potter.
Dra. Julie Sprunt: Pues bien, hay diferencias. Me aseguro de que casi todos mis pacientes se sometan a una prueba de COVID-19 prequirúrgica. En este momento en Austin, tenemos —afortunadamente— una cantidad adecuada de EPP, y hasta ahora nuestra predicción del uso de esos equipos es manejable, de manera que podemos seguir adelante con las operaciones. Tener este problema resuelto me ha permitido volver al quirófano, pero todavía me preocupa la seguridad de mis pacientes y la de mi equipo quirúrgico. Por lo tanto, la realización de pruebas de COVID-19 prequirúrgicas me ayuda a entender y a garantizar que mi paciente no es portador asintomático y también me ayuda a garantizar que el equipo quirúrgico, que está en el quirófano ayudándome a atender a los pacientes tiene el menor riesgo posible de exposición a la COVID-19 que se puede tener con una prueba preoperatoria negativa.
La mayoría de mis pacientes se someten a una prueba el día anterior. Se la hacen desde el auto, o bien el hospital los lleva a un área separada donde se les realiza la prueba. Siempre que los resultados sean negativos, podrán entrar en el área prequirúrgica. Ciertamente, todos entendemos que la COVID-19 no va a desaparecer y, por lo tanto, lo que todos estamos tratando de hacer es adaptarnos a la nueva normalidad para poder limitar la exposición en el hospital y de los trabajadores de atención sanitaria. Eso es lo que mejor nos permitirá seguir atendiendo a las mujeres con cáncer de mama.
Jamie DePolo: Bien. Gracias. Dra. Potter, desde el punto de vista de la reconstrucción, sé que podría haber tubos de drenado. Hay puntos de sutura. Hay riesgo de infección. Entonces, ¿les recomienda a las personas hacer algo diferente en la etapa posoperatoria?
Dra. Elisabeth Potter: Desde luego. Es una pregunta excelente. Creo que, como ha mencionado la Dra. Sprunt, todo ha cambiado, y eso no es necesariamente malo. Sin embargo, todo mi protocolo prequirúrgico, intraoperatorio y posoperatorio se ha modificado ligeramente, y esto es solo para mantenernos a todos a salvo y para contribuir a evitar complicaciones a causa de la COVID-19.
Ya has traído a colación cuestiones como los tubos de drenado… Mis pacientes han aprendido a quitarse los tubos de drenado en casa mediante videoconferencias conmigo y con mi personal. Ha sido asombroso. También seguimos quitando estos tubos en persona, pero hay quienes realmente quieren minimizar ese contacto en persona, y esa es una excelente manera de hacerlo —si se sienten cómodos con eso—.
Además, la forma de realizar las visitas al consultorio ha cambiado. Antes teníamos una sala de espera muy concurrida, con mucha gente charlando, tomando un café y leyendo una revista, y eso ya no ocurre. Hacemos llamadas telefónicas y decimos: “Ven al consultorio”. Te reciben en la puerta, te revisan y te llevan a la habitación. No hay revistas que pasen de paciente en paciente, y no hay momento de socialización en la sala de espera.
Así que las cosas se han modificado y es una nueva normalidad, pero, con seguridad, es una buena manera de avanzar. Y creo que, para nuestros pacientes, para sus familias y para nuestro país, es muy importante avanzar, y solo tenemos que estar a la altura de las circunstancias y hacer las cosas de la manera correcta.
En lo que respecta a las pruebas en particular, es una pregunta que muchos pacientes me han planteado recientemente, y creo que merece la pena hablar un poco de esto.
Hay dos tipos de pruebas. Hay pruebas PCR, y también hay pruebas de anticuerpos. Actualmente, la prueba que hacemos antes de operar es la prueba PCR. Esta es la única prueba de diagnóstico aprobada actualmente. Eso significa que es la única que puede mostrarme si alguien tiene o no tiene COVID-19.
En el futuro, las pruebas de anticuerpos van a ser una parte de verdad importante de la convivencia con la COVID-19 y del desarrollo de estrategias en nuestra comunidad, pero actualmente, hoy, 27 de abril, no es así. Las pruebas de anticuerpos son excelentes para ayudar a nuestros funcionarios de salud pública a determinar la prevalencia de una enfermedad en la comunidad y a determinar cómo se comporta la enfermedad, pero aún no están listas para un uso generalizado en el ámbito de la gestión prequirúrgica. Por lo tanto, realizamos la prueba PCR.
Jamie DePolo: Bien. Gracias. Y, Dra. Potter, también tengo curiosidad, porque alguien se opera, se recupera durante el tiempo que esté en el hospital y, luego, se va a casa, pero podría volver a verla a usted para un seguimiento. ¿Le pide a los pacientes que se sometan a pruebas, después de la cirugía, para mantener eso bajo control?
Dra. Elisabeth Potter: Es una pregunta excelente. Actualmente, nuestro procedimiento es que hacemos una detección sintomática de los pacientes antes de recibirlos en la clínica y los educamos sobre los signos y síntomas generales de una infección por coronavirus, que incluyen tos, dificultad para respirar, dolores corporales y fiebre. Hay algunos otras, como pérdida de olfato, etc., pero no. No pensamos reiterar la prueba de COVID-19. Y creo que puedo explicarlo mejor si digo que la prueba de COVID-19 que hacemos ahora es realmente para proteger a los pacientes en el período perioperatorio y al equipo, como dijo la Dra. Sprunt. … Al equipo de [médicos], especialmente nuestros colegas anestesistas que están allí mismo con el paciente y corren el mayor riesgo de contraer COVID-19 si ese paciente tiene el virus.
Mis interacciones con pacientes durante el período posoperatorio en la clínica, ya sea para retirar un tubo de drenado o cuidar de una incisión, son todas cosas que puedo hacer en forma segura con una mascarilla puesta. Así pues, tanto mi paciente como yo llevaremos mascarillas, y yo me pondré guantes y me lavaré las manos y me desinfectaré con alcohol como hacemos todos, pero es muy seguro hacer estas cosas. Así que, no. No exigiré ni realizaré pruebas posoperatorias a mis pacientes, a menos que presenten síntomas.
Jamie DePolo: Bien. Ya veo. Gracias. Realmente, la única razón por la que pregunto es porque, a medida que se conoce más información, parece que algunas personas eran asintomáticas. Así que, en mi opinión, no sabemos realmente cuántos casos hay, porque podría haber mucha gente caminando por ahí que ni siquiera sabía que estaba enferma. Por eso tenía curiosidad.
Dra. Elisabeth Potter: Ese es un excelente punto y, por eso, como dijo la Dra. Sprunt, hacemos esta prueba: muchos pacientes responderían “no” a las preguntas —no tienen fiebre o escalofríos o dolores en el cuerpo—, y nos preocuparía, si estuvieran infectados y no tuvieran síntomas, que pudieran sufrir después de la cirugía. Por lo tanto, creo que la prueba que realizamos es para evitar operar a un paciente asintomático. Pero le diría que creo que la nueva normalidad en la atención sanitaria es suponer que todo paciente que veo en la clínica podría tener COVID-19. Entonces, todos los mecanismos de seguridad que implementamos están para cuidarnos.
Jamie DePolo: Bien. Dra. Sprunt, me gustaría hacerle otra pregunta. Parece que, por lo que dicen, este va a hacer el tipo de nueva normalidad para la cirugía mamaria por un tiempo. Si alguien tiene una cirugía programada, se les podría pedir que se hagan un análisis de PCR antes de que se programe la cirugía y, luego, el seguimiento sería tal como conversamos recién. Implica mucho lavado de manos. Y que todas las personas usen mascarilla. ¿No es así?
Dra. Julie Sprunt: Eso es precisamente lo que estamos haciendo en Austin, y creo que es lo que muchas grandes ciudades y muchos hospitales están buscando e intentando hacer. Además, considero que es la mejor manera de volver a una realidad lo más normal posible o de adaptarnos a la nueva normalidad. Pero, por supuesto, respecto de llevar a una persona al quirófano y garantizar su seguridad y la del equipo después de la cirugía, sería muy útil hacer algún tipo de estudio prequirúrgico que incluya un PCR.
Ahora bien, siempre y cuando el análisis de anticuerpos esté listo para hacerse público — lo cual lamentablemente creo que llevará más tiempo—, este estudio nos ayudará a saber quién tiene una infección aguda de COVID-19, quién se puede haber recuperado de la COVID-19 y desarrollado anticuerpos, y quién puede no haberse contagiado nunca. En ese caso, estaríamos en condiciones de levantar muchas de las restricciones. Sin embargo, hasta que llegue ese momento, en los hospitales y en nuestros consultorios, los médicos tenemos que comportarnos como si todas las personas que vienen a vernos tuvieran COVID-19. Esto requiere de más mascarillas y guantes, además de limitar la cantidad de familiares y otras personas que visitan a los pacientes, tanto en el consultorio como en el hospital. Y a mi parecer, es mucho pedirle a una persona que tiene diagnóstico de cáncer de mama que, lamentablemente, no pueda haber alguien que pase la noche en el hospital como acompañante. También, la Dra. Potter y yo intentamos que las personas vuelvan a su casa el mismo día de la cirugía en lugar de que pasen la noche en el hospital, de manera que puedan estar cerca de sus seres queridos y minimicemos la exposición.
Entonces, el panorama es muy distinto en este momento, y pienso que seguirá siendo así durante el próximo año o más. Aunque, afortunadamente, la COVID-19 no va a tener un impacto negativo en la atención que les brindamos a las mujeres que tienen un diagnóstico de cáncer de mama. La experiencia no va a ser óptima, en mi opinión, porque lamentablemente tenemos que limitar la cantidad de seres queridos que te acompañan y tenemos que usar mascarillas aun cuando tenemos conversaciones muy difíciles. A mi parecer, ese es el mayor cambio que noto en mi práctica en este momento, y mi mejor pronóstico es que esta situación continuará durante el próximo año.
Jamie DePolo: Bien. Gracias. Y supongo también que, si se desarrolla una vacuna, quizá un requisito más para acceder a la cirugía sea demostrar que se tiene la vacuna contra esta enfermedad. ¿Puede ser que eso suceda, Dra. Sprunt?
Dra. Julie Sprunt: Creo que ayudaría mucho. Me refiero a que, en lo que respecta a la vacuna, necesitaríamos tener mucha más información sobre su efectividad y sería necesario tener mucha más información al respecto en ese sentido. Pero, por supuesto, si se demuestra que la vacuna es efectiva, entonces sí. Sería muy beneficioso vacunar a las personas antes de la cirugía.
Jamie DePolo: Bien. Gracias. Para concluir, les haré la misma pregunta que les hice la última vez. Comenzaré con la Dra. Potter. En este momento, ¿qué dos o tres cosas le gustaría que sepan las personas que tienen un diagnóstico de cáncer de mama y que están esperando tener la cirugía? Claro que ya sabe que, en lugares como Austin, se están haciendo operaciones. Entonces, ¿qué quisiera que sepan? ¿Cuál es el procedimiento y qué tendrían que tener en cuenta?
Dra. Elisabeth Potter: Me gustaría que las mujeres de todo el país sepan que el equipo encargado de su tratamiento en su región está avanzando con la planificación y cumplirán con los objetivos. Entonces, no estén nerviosas. Sé paciente. Llamen al equipo y digan: “Oí que se están haciendo operaciones. ¿Cuál es nuestro plan?”. Y, luego, quédense con su equipo, esperen a que sea seguro y tengan la cirugía en ese lugar.
Creo que es muy importante que las mujeres sepan que todas las opciones que ofrecíamos antes de la COVID-19 para la reconstrucción mamaria se seguirán ofreciendo en este momento. El día de hoy, la Dra. Sprunt y yo realizamos una cirugía en la que utilizamos una de las técnicas más avanzadas de reconstrucción, ya que implementamos un colgajo de perforante de la arteria epigástrica inferior profunda (DIEP, sigla en inglés), y fue seguro realizar esta cirugía en este momento. Lo pensamos mucho y pudimos hacerlo de forma segura. Me gustaría que las mujeres sepan que hay una manera segura de avanzar y que su equipo está trabajando para encontrarla.
También pienso que es muy importante que las mujeres, cuando planifican, sean sus mejores representantes. En este sentido, quisiera alentarlas a que tengan charlas sinceras con su equipo sobre cómo las están cuidando. Sé que muchos cirujanos de todo el país, como nosotras, están tomando medidas de precaución adicionales e implementando más planes para garantizar la seguridad de nuestras pacientes. Por eso considero que, si le preguntan al equipo encargado del tratamiento qué están haciendo y reciben una respuesta sobre cuáles son las medidas, se sentirán incluso más cómodas y seguras en el momento de avanzar.
Jamie DePolo: Gracias. Dra. Sprunt, la pregunta es la misma, aunque me preguntaba si podría agregar qué pasaría si una mujer tenía programada una cirugía por cáncer de mama, digamos, hace un mes y se le recomendó que, por ejemplo, tenga una lumpectomía grande en lugar de una mastectomía bilateral. Es decir, ¿cómo habla sobre el tema con sus pacientes? ¿Qué quisiera que sepan? ¿Es posible que esa mujer se realice la mastectomía bilateral ahora o tendría que esperar un poquito más hasta recuperarse de la lumpectomía más grande?
Dra. Julie Sprunt: Creo que, en ese contexto, la primera pregunta que tendríamos que hacer es: ¿Qué cambió en 4 semanas? ¿Hay recursos suficientes en este momento para hacer mastectomías bilaterales o no? Y además, seguramente, si estás en la ciudad de Nueva York, es probable que no accedan a una mastectomía bilateral con reconstrucción. Ahora bien, puede suceder que, en cuanto se puedan conseguir mejores recursos y acceder al EPI adecuado, estés en un entorno en el que se pueda avanzar con una mastectomía bilateral. El momento adecuado para que esto suceda en realidad depende de las incisiones que se hayan hecho y de tus esfuerzos en este sentido. Pero con respecto a si tuviste una lumpectomía importante y vuelves para hacerte una mastectomía, el momento adecuado para que eso suceda... quiero decir, no hay un intervalo en el que se tenga que hacer más temprano que tarde.
Por supuesto, analizaríamos la patología para ver a qué nos enfrentamos. Por ejemplo, si tuviste una lumpectomía y había varios márgenes involucrados, la prioridad de volver para realizar la mastectomía es superior que la de alguien que tuvo márgenes negativos. Dicho esto, aún hay un margen de tiempo razonable en el que podrías esperar con seguridad para volver y realizar la mastectomía en el contexto de haber tenido una lumpectomía grande.
Así que, lamentablemente, lo que estoy haciendo, y lo que la mayoría de los cirujanos están haciendo en todo el país, es mantener listas de todas nuestras pacientes y determinar el orden de prioridad de esas pacientes según las recomendaciones de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Mama para decidir quiénes son las personas que necesitan entrar al quirófano cuanto antes y quiénes pueden esperar con tranquilidad.
De esa forma, la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Mama nos da una forma consciente, en definitiva, de clasificar a las pacientes y pensar en volver a programar sus operaciones a medida que lo permitan los recursos locales. Y creo que habrá momentos en los que, de hecho, intentaremos retrasar una mastectomía con reconstrucción, por ejemplo. Entonces, si tuviste una incisión alrededor del pezón y realmente quieres intentar preservarlo, tendrían que pasar de 4 a 6 semanas para que suceda la neovascularización con el fin de preservar el pezón.
Pero, en general, pienso que muchas de las decisiones que estamos tomando en relación con la vuelta al quirófano tienen que ver con: evaluar los recursos locales, garantizar que podamos operar a nuestras pacientes de manera segura, garantizar la seguridad de nuestro equipo quirúrgico y asegurarnos de tener las camas y los recursos adecuados para continuar cuidando a cada persona de nuestra comunidad, tengan COVID-19 o no. También creo que lo más importante es que las personas recuerden que, en estos tiempos, los trabajadores de la atención sanitaria estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para garantizar el mejor cuidado posible para nuestras pacientes y que estamos intentando seguir el procedimiento estándar de atención siempre que se pueda.
Si estás en un lugar donde el procedimiento estándar de atención no está disponible debido a los recursos, hay muchas alternativas seguras. Y considero, para reforzar la idea de la Dra. Potter, que es muy necesario comunicarse con el equipo de tratamiento para entender mejor qué recursos tienen disponibles para cuidarte y para entender mejor por qué ciertas cosas se hacen de una determinada manera. Porque se hace de acuerdo a cada caso en particular y, en este sentido, tenemos la suerte de que todas nuestras sociedades nos ayudaron a proporcionar la estructura para darle un orden de prioridad a nuestras pacientes de manera segura. En definitiva, depende de los recursos locales que estén disponibles.
En este momento, tener una cirugía por cáncer de mama o vernos en el consultorio se sentirá diferente porque, en lugar de ver mi rostro sonriente cuando llego y digo: “Oye, resulta que lo encontramos a tiempo”, estás viendo una mascarilla estéril. Tampoco puedes venir con tus seres queridos al consultorio o al hospital. Y tenemos la esperanza de que esta situación mejore a medida que se desarrollen las vacunas y los análisis de anticuerpos y que la salud pública continúe avanzando. Pero, hasta que esto suceda, queremos que sepan que estamos sonriendo detrás de la mascarilla y que solo se verá un poquito diferente durante los próximos 6 meses o un año.
Jamie DePolo: Sí. Gracias. Debo decir... Estuve hablando con otro oncólogo, y me dijo: “Extraño mucho abrazar a mis pacientes”. Es muy difícil, en especial si eres alguien a quien le sale natural querer abrazar a la otra persona cuando la estás tratando y quizá recién le diste malas noticias, y no puedes hacerlo. Pero es alentador escuchar que se está avanzando con algunos procedimientos según la zona. Muchas gracias por acompañarnos hoy.
Dra. Elisabeth Potter: Gracias por invitarnos.
Dra. Julie Sprunt: Sí, muchas gracias.
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