Ejercitarse al poco tiempo de haber tenido la cirugía por cáncer de mama (seno) mejora la movilidad del brazo y hombro
Según un estudio, las mujeres con riesgo alto de padecer problemas de brazo y hombro que comenzaron planes de ejercicios guiados por fisioterapeutas aproximadamente una semana después de la cirugía por cáncer de mama sin reconstrucción experimentaron mejor movilidad de la parte superior del brazo que las mujeres que recibieron atención estándar.
La investigación fue publicada en línea el 11 de noviembre de 2021 por la revista BMJ. Lee el estudio disponible en inglés: “Exercise versus usual care after non-reconstructive breast cancer surgery (UK PROSPER): multicentre randomised controlled trial and economic evaluation.” (El ejercicio en comparación con la atención posoperatoria de una cirugía por cáncer de mama sin reconstrucción (UK PROSPER): estudio comparativo multicéntrico aleatorizado y evaluación económica).
Riesgos de la cirugía por cáncer de mama
Además de infecciones y problemas con la cicatrización, los riesgos más comunes de la cirugía para extirpar el cáncer de mama son la rigidez del hombro y del brazo, y el linfedema.
El linfedema es la inflamación anormal de los brazos, las manos, las mamas o el torso como efecto secundario de la cirugía por cáncer de mama o la radioterapia. La causa es una acumulación de la linfa.
Durante la cirugía por cáncer de mama, la extirpación de los ganglios linfáticos y la radioterapia para el cáncer de mama, pueden extirparse o dañarse los vasos linfáticos o los ganglios debajo del brazo y alrededor de la mama. Esta situación puede causar que la linfa se acumule en los tejidos blandos, lo que da como resultado inflamación, dolor, pesadez y presión en el área afectada. Los expertos estiman que entre el 20 % y el 30 % de las mujeres que tuvieron una cirugía por cáncer de mama padecen linfedema.
Los investigadores a cargo de este estudio informaron que hasta un 33 % de las mujeres tenían una limitación en la movilidad del hombro, dolor crónico y linfedema después de la cirugía por cáncer de mama.
Acerca del estudio
El estudio denominado “UK Prevention of Shoulder Problems Trial” (Estudio del Reino Unido sobre la prevención de problemas en el hombro, PROSPER, sigla en inglés), se realizó en 17 centros oncológicos en el Reino Unido.
En el Reino Unido, las directivas para la cirugía por cáncer de mama sin reconstrucción indican que las mujeres deberían comenzar a utilizar el brazo y el hombro del lado afectado de manera gradual luego de la cirugía. Si surgen estos problemas, se deriva a la mujer a un fisioterapeuta.
Estas directivas difieren de las aplicadas en Estados Unidos, las cuales indican que comiences con un estiramiento suave y ejercicios de amplitud de movimiento en la mañana siguiente a la cirugía o tan pronto como recibas la autorización del médico.
En el análisis, se contó con información sobre 274 mujeres con cirugías programadas para extirpar el tumor de mama, pero sin reconstrucción inmediata, entre enero de 2016 y julio de 2017. Las mujeres tenían entre 28 y 88 años. Todas las mujeres presentaron un riesgo mayor al promedio de padecer problemas en la parte superior del brazo por la cirugía, según la siguiente información:
El 86 % tenía programadas cirugías para extirpar los ganglios linfáticos axilares; en este procedimiento, el cirujano extirpa varios ganglios linfáticos, y no solo los dos o tres que se extirpan durante la cirugía de extirpación de ganglio linfático centinela.
El 83 % tenía programadas sesiones de radiación de los ganglios linfáticos.
El 73 % presentaba un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más.
El 21 % padecían problemas de hombro preexistentes.
Los investigadores asignaron a las mujeres al azar a uno de los dos siguientes grupos luego de la cirugía:
139 mujeres se encontraban dentro del grupo de atención estándar y recibieron información impresa con recomendaciones sobre ejercicios que podían hacer luego de la cirugía.
135 mujeres se encontraban el grupo de ejercicio; además de la información impresa, estas mujeres también fueron derivadas a un fisioterapeuta para seguir un plan de ejercicio estructurado y supervisado con el objetivo de mejorar la fuerza y devolverle al hombro y al brazo la amplitud de movimiento.
En el plan de ejercicios, se incluyeron tres sesiones presenciales con un fisioterapeuta que se realizó de la siguiente manera:
entre 7 y 10 días posteriores a la cirugía
un mes luego de la cirugía
tres meses luego de la cirugía
Se les permitió a las mujeres tener hasta seis sesiones en el año luego de la cirugía, y las últimas tres podían ser o en persona o por teléfono.
La primera sesión de ejercicio fue una evaluación de una hora realizada por el fisioterapeuta que, luego, creó una serie de ejercicios personalizados enfocados en la amplitud de movimiento para que las mujeres hicieran diariamente. También se les enseñó a las mujeres a llevar un diario y a superar los obstáculos para realizar los ejercicios.
El resto de las sesiones duraron 30 minutos. El fisioterapeuta evaluó la fuerza del hombro de cada una de las mujeres y luego les indicó ejercicios de fortalecimiento específicos para las áreas que necesitaban mejorar. Se les dio a las mujeres bandas de resistencia para utilizar en sus casas y se les indicó realizar ejercicios de fortalecimiento al menos dos veces a la semana. El fisioterapeuta les pidió incrementar gradualmente la cantidad de tiempo de ejercicio por semana, con el objetivo de alcanzar 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana, que es lo que recomienda la Sociedad Americana contra el Cáncer.
Aproximadamente el 75 % de las mujeres asistieron a tres o más sesiones con el terapeuta.
Con el propósito de evaluar los problemas de brazo y hombro, los investigadores les indicaron a las mujeres que completaran el cuestionario de Discapacidades de hombro, brazo y mano (DASH, sigla en inglés), una herramienta frecuentemente utilizada para este fin. En el cuestionario DASH, se pregunta por 30 funciones y síntomas, lo que incluye abrir y cerrar frascos, escribir, vestirse y levantar las bolsas de las compras. Se les pidió a las mujeres que indicaran cuán difícil les era hacer algo o cuán severo era un síntoma con base en una escala de 0 (ausencia de problema) a 100 (el problema más severo).
Las mujeres completaron el cuestionario DASH tres veces en los siguientes momentos:
inmediatamente luego de la cirugía, pero antes de ser asignadas a la atención estándar o a los grupos de ejercicios
seis meses luego de la cirugía
12 meses luego de la cirugía
Cuanto más alta era la puntuación en el cuestionario DASH, más problemas padecía la mujer.
A los 12 meses de la cirugía, la puntuación promedio en el cuestionario fue la siguiente:
16,3 en el caso de las mujeres del grupo de ejercicios
23,7 en el caso de las mujeres del grupo de atención estándar
Esta diferencia fue considerable a nivel estadístico, lo que significa que, probablemente, se debió al plan de ejercicios y no fue solo una casualidad.
Las mujeres del grupo de ejercicios particularmente informaron lo siguiente:
menos dolor luego de la cirugía
menos problemas en el brazo
mejor calidad de vida en cuanto a la salud física
mayor confianza al regresar a las actividades habituales
“Encontramos pruebas sólidas de que el ejercicio en etapas iniciales, estructurado y progresivo es seguro y clínicamente efectivo para mujeres en mayor riesgo de padecer problemas de hombro y miembros superiores luego de someterse a una cirugía mamaria sin reconstrucción”, escribieron los investigadores.
Qué significa esto para ti
Este estudio se suma a investigaciones anteriores, donde se muestra que realizar ejercicios personalizados luego de la cirugía por cáncer de mama puede aliviar los efectos secundarios y ayudarte a volver a tus actividades usuales.
Si tienes programada radioterapia para luego de la cirugía, estos ejercicios son importantes a fin de que el brazo y el hombro sigan siendo flexibles.
Es buena idea preguntar a tu médico sobre un plan de ejercicios posoperatorios que se ajuste a ti mientras planificas la cirugía. El médico puede recomendarte consultar con un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional o un especialista en linfedema.
Es importante que sepas que no deberías hacer ciertos ejercicios hasta que el médico no quite todos los drenajes y puntos. Sin embargo, existen varios ejercicios para la amplitud de movimiento que puedes comenzar a realizar justo después de la cirugía.
La Sociedad Americana contra el Cáncer (en colaboración con la sección de Oncología de la Asociación Americana de Terapia Física) han desarrollado un conjunto de ejercicios que la gente puede realizar luego de la cirugía por cáncer de mama.
Lee sobre la Cirugía para obtener más información acerca de los diferentes tipos de cirugía por cáncer de mama, incluida la cirugía de ganglios linfáticos.
Redacción: Jamie DePolo, editora sénior
— Se actualizó por última vez el 26 de diciembre de 2022, 22:52