Las personas que reciben terapia hormonal para el cáncer de mama tienen un riesgo más alto de desarrollar enfermedad cardíaca, y se recomiendan controles
Según un comunicado científico de la Asociación Americana del Corazón, las personas que reciben medicamentos de terapia hormonal para tratar el cáncer de mama o de próstata tienen un riesgo más alto de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares a medida que envejecen. Por eso, se las debe controlar con frecuencia para detectar cualquier problema que puedan tener.
El comunicado se publicó en línea el 26 de abril de 2021 en la revista Circulation: Genomic and Precision Medicine. Puedes leer el resumen disponible en inglés de “Impact of Hormonal Therapies for Treatment of Hormone-Dependent Cancers (Breast and Prostate) on the Cardiovascular System: Effects and Modifications. A Scientific Statement From the American Heart Association” (Impacto de las terapias hormonales para el tratamiento de los cánceres dependientes de hormonas —de mama y próstata— en el sistema cardiovascular: Efectos y modificaciones. Un comunicado científico de la Asociación Americana del Corazón). (PDF)
Acerca de la terapia hormonal
Los medicamentos para terapia hormonal tratan el cáncer de mama que es positivo para receptores de hormonas de dos maneras:
reducen la concentración de estrógeno en el cuerpo
bloquean la acción del estrógeno en las células del cáncer de mama
El estrógeno facilita la formación del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Por ende, disminuir la cantidad de estrógeno o bloquear su acción puede reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas en estadio temprano después de la cirugía. Los medicamentos indicados para la terapia hormonal también pueden utilizarse para ayudar a reducir o desacelerar el crecimiento del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas metastásico o en estadio avanzado.
Los medicamentos de terapia hormonal no son eficaces contra el cáncer de mama negativo para receptores de hormonas.
Hay varios tipos de medicamentos de terapia hormonal que se indican para tratar el cáncer de mama:
inhibidores de la aromatasa: Arimidex (nombre genérico: anastrozol), Aromasin (nombre genérico: exemestano) y Femara (nombre genérico: letrozol)
moduladores selectivos de los receptores de estrógeno: tamoxifeno, Evista (nombre genérico: raloxifeno) y Fareston (nombre genérico: toremifeno)
degradadores de los receptores de estrógeno: Faslodex (nombre genérico: fulvestrant)
En la mayoría de los casos, la terapia hormonal se administra durante 5 a 10 años luego de la cirugía por cáncer de mama positivo para receptores de hormonas.
Los medicamentos de terapia hormonal pueden causar distintos efectos secundarios, que incluyen ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, conocidos en forma colectiva como “enfermedad cardiovascular”. Pero, según la Asociación Americana del Corazón, nunca se ha realizado una revisión integral de los datos o las recomendaciones por parte de ninguna sociedad profesional. Por eso, se creó un equipo especializado para revisar la evidencia científica y elaborar recomendaciones para el uso de la terapia hormonal en el tratamiento de personas con cáncer de mama o próstata.
Acerca de las recomendaciones
Estos son los principales hallazgos del equipo especializado:
Las personas diagnosticadas con cáncer de mama y próstata que reciben terapia hormonal tienen un riesgo más alto de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares a medida que envejecen.
Las personas que tienen dos o más factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como hipertensión, colesterol alto, obesidad, consumo de tabaco o cigarrillos o antecedentes familiares de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, tienen un riesgo todavía más alto de padecer problemas cardiovasculares si reciben terapia hormonal.
Cuanto más tiempo se administre la terapia hormonal, mayor será el riesgo de sufrir ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
El tamoxifeno aumenta el riesgo de que se produzcan coágulos de sangre, mientras que los inhibidores de la aromatasa incrementan el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
Las personas que reciben terapia hormonal deben realizarse controles frecuentes para evaluar los niveles de presión arterial y colesterol, la formación de coágulos de sangre y la presencia de insuficiencia cardíaca congestiva o aterosclerosis (acumulación de placas en las paredes de las arterias).
Las personas con dos o más factores de riesgo cardiovascular deben realizarse un ecocardiograma anual, así como análisis de sangre o pruebas de diagnóstico por imágenes para controlar su salud cardíaca.
Según el comunicado, cerca de 1,8 millones de personas en los Estados Unidos fueron diagnosticadas con cáncer a finales de 2020, y un 5 % de ellas eran personas con riesgo alto de enfermedad cardíaca. A medida que la población envejece y los tratamientos oncológicos mejoran, se espera que la cantidad de sobrevivientes de cáncer ascienda de 16,9 millones en 2019 a 22,1 millones en 2030.
“Con este incremento en la cantidad de sobrevivientes de cáncer y la alta prevalencia de [enfermedad cardiovascular] entre pacientes y sobrevivientes de cáncer, el personal médico debe ser altamente eficaz para detectar y prevenir los resultados cardiovasculares adversos en esta población de pacientes”, escribieron los autores.
El equipo de investigación también resaltó que detectar y tratar eficazmente la enfermedad cardíaca es particularmente importante para las personas diagnosticadas con cáncer de mama o de próstata, porque la enfermedad cardíaca se ha convertido en la causa principal de muerte entre las personas que reciben tratamiento para estos dos tipos de cáncer.
“Para trabajar con cada paciente y controlar y reducir el riesgo más elevado de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular asociado a la terapia hormonal en los tratamientos para cáncer de mama y de próstata se necesita una atención al paciente enfocada en el trabajo en equipo, que incluya profesionales oncológicos, cardiólogo, médico de cabecera, dietista, endocrinólogo y otros proveedores de atención sanitaria según sean adecuados”, declaró en un comunicado Tochi Okwuosa, DO, FAHA, jefa del grupo de escritores del artículo científico y profesora adjunta de Servicios de Oncología Cardíaca del Centro Médico de la Universidad Rush.
Añadió que, “para los pacientes con dos o más factores de riesgo cardiovasculares, es probable que se requiera una derivación a un cardiólogo antes de comenzar el tratamiento hormonal. En el caso de los pacientes que ya reciben terapias hormonales, una charla con el equipo oncológico puede ayudar a determinar si es recomendable una derivación al cardiólogo”.
Qué significa esto para ti
Si te administran terapia hormonal para tratar el cáncer de mama, sería prudente hablar con el médico sobre estas recomendaciones y preguntarle si recibes los controles necesarios para detectar enfermedad cardíaca, incluidos los coágulos de sangre y la presión arterial alta. También es aconsejable solicitar que te deriven a un cardiólogo si este asunto te preocupa.
Si tienes dos o más factores de riesgo de enfermedad cardíaca y comenzarás una terapia hormonal, sería recomendable que le preguntaras al médico si deberías ver a un cardiólogo *antes* de comenzar la terapia hormonal. El cardiólogo medirá los valores iniciales de tu salud cardíaca y elaborará un cronograma de controles para realizarte durante la terapia hormonal.
Junto a tu equipo de atención podrás crear un plan de control de la salud del corazón y detectar cualquier problema a tiempo, cuando es más fácil tratarlo.
Redacción: Jamie DePolo, editora sénior
— Se actualizó por última vez el 20 de diciembre de 2022, 1:15