Preocupaciones sobre la salud posmenopáusica
Una vez que pasas un año sin tener un período menstrual, se considera que estás en la posmenopausia. Si bien varios de los síntomas menopáusicos que ya tenías, como bochornos o sudores nocturnos, pueden volverse más leves o incluso desaparecer por completo, la posmenopausia está acompañada de otras preocupaciones por la salud, como un mayor riesgo de afecciones cardíacas, osteoporosis y osteopenia (baja densidad ósea).
También podrías tener aumento de peso posmenopáusico, síntomas urinarios o cambios vaginales que afectan tu salud sexual.
Aumento de peso posmenopáusico
Con la disminución de los niveles de estrógeno en la menopausia, es más probable que aumentes de peso. Pero este aumento no se debe únicamente a los niveles de estrógeno. El envejecimiento, el estilo de vida y la genética también intervienen. La mayoría de las mujeres pierden masa muscular y ganan grasa a medida que avanza la edad. Cuando pierdes músculo, el cuerpo tarda más en quemar las calorías, lo cual hace que sea más difícil mantener un peso saludable. Al mismo tiempo, algunas personas se vuelven menos activas a medida que envejecen.
Obtén más información sobre el Aumento de peso por la menopausia.
Cambios urinarios y vaginales
La reducción en los niveles de estrógeno puede provocar dolor al orinar, infecciones de las vías urinarias, necesidad de orinar con mayor frecuencia e incontinencia (incapacidad de aguantar la orina). La reducción en los niveles de estrógeno también puede provocar cambios vaginales, como adelgazamiento de las paredes vaginales, sequedad e irritación.
Juntos, estos síntomas urinarios y vaginales se denominan “síndrome genitourinario de la menopausia”.
Escucha el episodio del podcast de Breastcancer.org en el que la Dra. Kristin Rojas analiza el síndrome genitourinario de la menopausia.
Síndrome genitourinario de la menopausia
22 dic 2023Salud cardiovascular
El estrógeno ayuda a proteger contra afecciones cardiovasculares como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Por lo tanto, la reducción del estrógeno en la posmenopausia aumenta el riesgo de afecciones cardíacas. Llevar una vida menos activa a medida que envejeces puede derivar en una presión arterial elevada y un nivel alto de colesterol. Todas estas situaciones también pueden aumentar el riesgo de afecciones cardíacas.
Si recibiste tratamientos para el cáncer de mama como Herceptin (nombre genérico: trastuzumab), Adriamycin (nombre genérico: doxorrubicina) u otras quimioterapias, podrías tener un riesgo todavía mayor de problemas cardíacos y deberías hablar con tu médico sobre un control de tu salud cardíaca.
Además de la menopausia y los tratamientos del cáncer de mama, otros factores de riesgo tienen un efecto importante en la enfermedad cardíaca, como diabetes y antecedentes familiares de enfermedad cardíaca. Algunas opciones de estilo de vida, como fumar, no hacer ejercicio y la alimentación también son factores importantes. Estos hábitos pueden ser difíciles de cambiar, pero la menopausia es el momento perfecto para empezar a hacerlo.
La mejor forma de cuidar tu corazón y vasos sanguíneos es tomar buenas decisiones en cuanto a tu estilo de vida. Puedes consultar a tu médico para recibir ayuda con lo siguiente:
Dejar de fumar, si lo haces.
Hacer ejercicio regularmente, un poco todos los días, en lo posible.
Aprender técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, entre muchas otras.
Llevar una alimentación saludable que incluya muchos alimentos no procesados, frutas, verduras, proteínas magras y fibra, y sea baja en grasas saturadas, sodio y azúcar.
Mantener un peso saludable.
Todos estos cambios pueden ayudar a mejorar la presión arterial, los niveles de colesterol y tu sensación de bienestar. Junto a tu médico, toma las medidas necesarias para controlar la presión arterial y los niveles de colesterol con regularidad. Estos resultados, junto con cualquier otro factor de riesgo de enfermedad cardiovascular que tengas, se usarán para determinar si necesitas tomar medicamentos, además de hacer cambios en tu estilo de vida. Tomar una aspirina para bebés todos los días (si tu médico lo recomienda) también puede ser beneficioso para la salud cardíaca.
Lo más importante es crear un equipo de salud cardiovascular con tu médico, que durará toda tu vida. Las páginas sobre estilo de vida saludable del sitio web de la American Heart Association son un excelente lugar para empezar.
Salud ósea y osteoporosis posmenopáusica
Aunque los huesos se sienten duros, son tejidos vivos que se reconstruyen constantemente a lo largo de tu vida. Durante la infancia y adolescencia, el cuerpo genera hueso con mayor rapidez de lo que tarda en deshacerse del hueso viejo. Después de los 30 años, puedes comenzar a sufrir pérdida ósea más rápido de lo que el cuerpo demora en generar hueso, lo que puede debilitar los huesos y hacerlos más propensos a quebrarse.
El estrógeno ayuda a mantener la densidad de los huesos, por lo que durante la posmenopausia tienes más riesgo de tener pérdida ósea y baja densidad ósea. Según la Cleveland Clinic, las mujeres pueden perder hasta 25 % de densidad ósea después de la menopausia, a un ritmo de aproximadamente 1 % a 2 % por año.
Los médicos emplean dos palabras distintas para hablar de baja densidad ósea: osteoporosis y osteopenia.
La osteoporosis se desarrolla cuando el cuerpo pierde hueso o no genera lo suficiente, o cuando se producen ambas situaciones.
La osteopenia es una situación de baja densidad ósea, pero no tan grave como la osteoporosis. Si no se tata, la osteopenia puede llevar a la osteoporosis.
Obtén más información sobre osteoporosis y osteopenia, incluidos los síntomas y tratamientos.
— Se actualizó por última vez el 22 de enero de 2025, 14:52