Cómo agregar opciones saludables a tu dieta

Realizar cambios positivos en tu dieta te ayudará a tener un papel activo en tu salud y bienestar.
 

Una vez que terminas tu tratamiento, el mejor plan de nutrición y bienestar para ti te ayudará a recuperar la fuerza y el entusiasmo de vivir. Si bien los investigadores todavía están intentando determinar si comer alimentos no saludables puede aumentar el riesgo de recurrencia del cáncer de mama, realizar cambios positivos en tu dieta te ayudará a tener un papel activo en tu salud y bienestar. A continuación, se incluyen algunas sugerencias que te ayudarán a adoptar una alimentación saludable:

  • Elige variedad. Compra un producto nuevo de fruta, verdura o granos integrales cada vez que vayas a la tienda de comestibles. Una alimentación saludable incluye el consumo de una VARIEDAD de alimentos. Es cierto, las zanahorias tienen muchas vitaminas, pero si solo comieras zanahorias, no estarías saludable. Date un gusto con una enorme toronja rosa. ¡No tengas miedo de probar algo nuevo! Pon una granada o un mango en tu carrito. Muchas tiendas ofrecen instrucciones para prepararlos. Si en tu tienda no ofrecen instrucciones, pídele ayuda a alguien de la sección de productos agrícolas.

  • Elige productos lácteos y leche descremados. Si sueles tomar leche entera, mézclala con leche descremada o de bajo contenido graso para acostumbrarte de a poco al cambio.

  • Evita los alimentos curados en sal, en escabeche o ahumados. Estos alimentos suelen tener alto contenido de sal y nitratos, lo que puede elevar la presión arterial en algunas personas.

  • Elige porciones pequeñas (alrededor de 6 onzas) de carnes magras y aves de corral (sin piel) por día. Si comes carne dos veces por día, cada porción debe ser de aproximadamente 3 onzas.

  • Cocina los alimentos al horno o a la parrilla, en lugar de freírlos. La grasa vegetal hidrogenada, que generalmente se utiliza para freír, contiene grasas trans, que pueden aumentar el colesterol.

  • Cubre el plato con alimentos frescos que contengan muchos nutrientes. Llena tu plato con dos tercios de verduras, frutas, granos integrales y frijoles, y un tercio o menos de carne y productos lácteos. Prueba la lasaña de espinaca, el chile vegetariano o las verduras salteadas para incluir más verduras en tu dieta.

  • Elige jugos 100 % naturales y panes integrales para el desayuno. Agrega uvas pasas a la avena, arándanos rojos secos o cerezas pasas. Agrega una banana o frutos rojos al cereal frío. Si no hay bayas de estación, compra arándanos congelados (se derriten en la taza y mantienen fría la leche).

  • Consume refrigerios saludables. Prueba con zanahorias miniatura, tiras de pimiento, gajos de naranja, yogur descremado o un puñado de almendras.

  • Reduce el consumo de grasas saturadas. Intenta que tu consumo de grasas saturadas sea menor al 10 % de las calorías totales que consumes por día. Elige cortes magros de carne roja y de aves de corral. Retira el exceso de grasa de la carne y la piel de las aves de corral. Prueba un filete de atún o salmón, en lugar de carne bovina o de cerdo. Limita el consumo de margarina.

— Se actualizó por última vez el 29 de junio de 2022, 15:11