El aumento de peso luego del diagnóstico de cáncer de mama puede ser un problema más grave de lo que se creía en Australia
Según un estudio realizado en Australia, aumentar de peso después de un diagnóstico de cáncer de mama puede ser un problema más grave de lo que se creía anteriormente, y los médicos deben esforzarse para ayudar a las mujeres a controlar este aumento de peso.
La investigación se publicó el 20 de febrero de 2020 en la revista BMC Cancer. Puedes leer el resumen disponible en inglés de “Weight before and after a diagnosis of breast cancer or ductal carcinoma in situ: a national Australian survey” (Peso antes y después del diagnóstico de cáncer de mama o carcinoma ductal in situ: Una encuesta nacional en Australia).
El exceso de peso y el cáncer de mama
Las mujeres obesas y con sobrepeso —que, según se define, presentan un IMC (índice de masa corporal) superior a 25— tienen un mayor riesgo de recibir un diagnóstico de cáncer de mama en comparación con las mujeres que mantienen un peso saludable, especialmente después de la menopausia. Tener sobrepeso también puede aumentar el riesgo de que el cáncer de mama vuelva a aparecer (recurrencia) en las mujeres que ya tuvieron la enfermedad.
Este aumento del riesgo se debe, en parte, a que los adipocitos producen estrógeno, por lo que el exceso de adipocitos implica más estrógeno en el organismo, y este propicia la aparición y el avance del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Los científicos también descubrieron recientemente que el hecho de tener más células grasas puede producir una inflamación de grado bajo en el cuerpo a largo plazo. La inflamación crónica se ha vinculado a un mayor riesgo de recurrencia del cáncer de mama. Las proteínas producidas por el sistema inmunitario parecen estimular el crecimiento de las células del cáncer de mama, especialmente del cáncer de mama positivo para receptores de estrógeno en mujeres posmenopáusicas.
También sabemos que las mujeres que aumentan de peso luego del diagnóstico de cáncer de mama tienen más probabilidades de obtener peores resultados con el tratamiento o morir por cualquier causa.
El equipo de investigación llevó a cabo este estudio para entender cómo es que muchas mujeres en Australia llegaban a ser consideradas obesas o ser mujeres con sobrepeso luego de recibir el diagnóstico de cáncer de mama, y para analizar el patrón de aumento de peso luego del diagnóstico.
Cómo se llevó a cabo el estudio
Para realizar el estudio, el equipo de investigación analizó resultados de encuestas completadas por 309 mujeres que viven en Australia y a quienes se les había diagnosticado cáncer de mama. Las mujeres respondieron la encuesta por Internet entre los meses de noviembre de 2017 y enero de 2018. Estas son las características de las mujeres que respondieron la encuesta:
92,5 % eran blancas
la edad promedio era 59,1 años; las edades iban de 33 a 78
la edad promedio en el momento del diagnóstico era 50,9 años
43 % eran mujeres premenopáusicas, y 12 %, perimenopáusicas
10,7 % tenían carcinoma ductal in situ (CDIS)
82 % tenían cáncer de mama en estadios I a III
el lapso promedio transcurrido desde el diagnóstico era de 8,2 años
18,8 % recibieron tamoxifeno solamente
47,3 % recibieron otros medicamentos de terapia hormonal
40,5 % estaban recibiendo medicamentos de terapia hormonal cuando respondieron la encuesta
Cambios en el peso después del diagnóstico de cáncer de mama
La encuesta permitió saber que casi dos tercios de las mujeres (63,7 %) informaron un aumento de peso promedio de casi 20 libras (9 kg) luego del diagnóstico de cáncer de mama. En general, 17 % de las mujeres informaron haber aumentado más de 44 libras (20 kg).
En promedio, las mujeres pesaban 157 libras (71 kg) cuando les diagnosticaron la enfermedad. Cuando respondieron la encuesta, en promedio, las mujeres pesaban 167 libras (75 kg).
Un poco menos de la mitad de las mujeres tenían sobrepeso u obesidad en el momento del diagnóstico, pero, en cuando respondieron la encuesta, 67,3 % de las mujeres tenían sobrepeso u obesidad. La cantidad de mujeres que tenían sobrepeso es la que más se incrementó: 17 % de las mujeres eran obesas cuando recibieron el diagnóstico, y 31,9 % de las mujeres eran obesas cuando respondieron la encuesta.
Casi 75 % de las mujeres que eran obesas cuando respondieron la encuesta dijeron que su peso era algo que les preocupaba mucho.
La mayoría de las mujeres (77 %) dijeron que aumentaron de peso dentro de los primeros 12 a 18 meses posteriores al diagnóstico de cáncer de mama.
“Esta podría ser la oportunidad perfecta para brindar apoyo adicional para el manejo del peso entre las mujeres [diagnosticadas] con cáncer de mama”, afirmó Carolyn Ee, investigadora sénior de postdoctorado en la Universidad del Oeste de Sídney y autora principal de la investigación. Agregó que, “además de un aumento de peso considerable, vimos niveles altos de preocupación en torno al aumento de peso entre las participantes. Elegir el momento justo puede ser clave en los esfuerzos para ayudar a las mujeres a controlar el peso luego del diagnóstico de cáncer de mama. Los servicios oncológicos y los médicos generales juegan un papel importante en el hecho de entablar conversaciones con mujeres en forma anticipada y derivarlas a un equipo de profesionales de atención sanitaria calificados, como nutricionistas y fisiólogos del ejercicio con experiencia en pacientes con cáncer”.
“Como médicos, realmente debemos pensar activamente en el peso, la nutrición y el ejercicio, y aconsejar sobre posibles intervenciones”, declaró el coautor, John Boyages, del Centro Oncológico ICON del Hospital Adventista de Sídney. “Recetar un estilo de vida saludable es tan importante como recetar medicamentos”, añadió Boyages.
Qué significa esto para ti
Como muchos sabemos, intentar bajar de peso (especialmente a medida que envejecemos) puede ser difícil y frustrante.
Pero se puede lograr con cambios cuidadosos en tu alimentación y actividad física regular. Lo primero que debes hacer es preguntarle al médico cuál es el peso saludable según tu edad, estatura, contextura física y nivel de actividad. Luego, habla con el médico acerca de un plan seguro y razonable para bajar de peso, diseñado específicamente para ti y tus necesidades.
Una vez que tengas el visto bueno de tu médico y un objetivo de peso, puedes crear un plan de alimentación saludable que se adapte a tus necesidades nutricionales. Puedes consultar a un nutricionista diplomado para saber cómo elaborar un plan saludable adaptado a tus necesidades y gustos específicos.
Algunas mujeres señalan que les resulta útil pensar que alimentarse de manera saludable y hacer ejercicio forman parte importante del plan de tratamiento. Recuerda ser amable contigo y no castigarte.
En la sección de Nutrición de Breastcancer.org, los artículos pueden ayudarte a evaluar tu peso y a crear un plan de alimentación saludable. Y en las páginas sobre ejercicio de Breastcancer.org, puedes buscar a un entrenador y aprender a mantener una rutina de ejercicios.
— Se actualizó por última vez el 20 de diciembre de 2022, 1:14