La historia de Audi: Cómo pasé de estar en shock a ser fuerte

Al principio sorprendida por el diagnóstico, Audi encontró la manera de hacerse fuerte y perseverar.
 
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Audi A es miembro de la comunidad Breastcancer.org en Boston, Massachusetts, EE. UU.

Era un día normal, pero era un gran día, porque me iba a hacer una mamografía. Nunca pensé nada sobre el estudio, era solo una mamografía anual regular. Fue justo después de realizar el curso de la corte para convertirme en funcionaria de la justicia, cuando fui a hacerme los chequeos de rutina. Sin pensar en ello. Me llamaron para decirme que era anormal. En ese momento me dijeron que me sometiera a una biopsia, en la que me extrajeron con una aguja parte del tejido del interior de la mama derecha, donde encontraron una anomalía.

Estaba asustada, disgustada y enfadada. Una de las enfermeras del centro de mama me dijo: "Nunca había visto algo así". Es chocante, pero cierto, que alguien diga eso, especialmente alguien que se dedica al cuidado. Fue desalentador y me volvió a asustar saber que había algo mal, que sí veían algo. Después de la biopsia, me llamaron del centro de mama y me dieron el diagnóstico de cáncer de mama. Tenía miedo.

Así que tuvimos que profundizar más. En diciembre del año pasado, tuve que hacerme una resonancia magnética de la mama izquierda. Encontraron 4 mm de cáncer en la mama izquierda, y más en la derecha. El de la izquierda era cáncer lobular y el de la derecha era un carcinoma ductal invasivo. La cirugía para extirpar el cáncer y hacer una mastectomía bilateral la programaron para el día de San Valentín de 2023.

Ese día fui, me tomé un ansiolítico y aguanté toda la mañana. La cirugía tenía que empezar a las 10 pero la cambiaron porque alguien no fue a su turno, así que me la movieron a las 9 de la mañana. Me reuní con mi cirujano y mi cirujano plástico. Ambos fueron muy amables, pero una vez que me subí a la camilla y se prendieron las luces del quirófano, le dije al anestesista que no quería continuar.

Siete horas después me desperté sin mamas, con puntos y tubos colgando a mi lado. Tenía náuseas y estaba cansada. También me dolía el labio. Creo que cuando el anestesista me puso la mascarilla en la boca me pasó algo en el labio, no sé qué. Pero la próxima operación en la que me reconstruya las mamas con la grasa abdominal, se lo diré al anestesista. La próxima operación es el 13 de noviembre de 2023.

Bueno, para resumir, me mandaron a casa el mismo día después de quitarme las mamas y el cáncer. Estuve en casa dos meses y medio. Venía a visitarme una enfermera durante unos dos días en el tiempo que estuve en casa.

Es mucho decir, pero tomo una píldora desde hace siete años y me pongo una inyección para que se me duerman los ovarios. No me quité los ovarios porque a los 45 años me hicieron una histerectomía y me dejaron los ovarios por la osteoporosis. No tengo osteoporosis ni pérdida de masa ósea, pero con la medicación que estoy tomando, estoy entrando en la menopausia. Siento entumecimiento y hormigueo en las manos, me pasan todo tipo de cosas, pero me lo tomo con calma. Tenemos que hacer lo necesario para sobrevivir. Me someto a la siguiente operación en noviembre. Se llama colgajo DIEP.

Además, las fundaciones Ellie Fund (en inglés) y Susan G. Komen (en inglés) me han ayudado a lo largo de mi experiencia con el cáncer de mama. Fueron un gran apoyo y un gran recurso. Además, fui a un sitio llamado Bezzy (en inglés) y me encontré con este boletín de noticias y con Breastcancer.org.

Sé valiente y fuerte y lucha hasta que no puedas más. El cáncer de mama va a ser un viaje para mí. Estoy cansada de estar cansada, pero sigo luchando, haciendo ejercicio y viviendo lo mejor que puedo.

¡Buena suerte!