Terapia del suelo pélvico: qué es y cómo puede ayudar tras el tratamiento del cáncer de mama (seno)
La quimioterapia y la terapia hormonal para el cáncer de mama pueden afectar los músculos pélvicos, también llamados “el suelo pélvico”. Estos músculos, que van desde el coxis hasta el pubis, ayudan a sostener la vejiga y otros órganos. Los daños en el suelo pélvico pueden provocar pérdidas de orina no deseadas, estreñimiento, dolor pélvico, dolor en las relaciones sexuales y otros problemas.
Si experimentas estos u otros síntomas dolorosos en la región pélvica, puedes beneficiarte de un tipo de fisioterapia denominada “terapia del suelo pélvico”. Pregúntale a tu equipo de atención médica cómo ponerte en contacto con un fisioterapeuta con formación que pueda evaluar la fuerza de tus músculos pélvicos y crear ejercicios para ayudar a fortalecerlos.
¿Qué son los problemas del suelo pélvico?
El suelo pélvico sostiene la vejiga, el intestino grueso y los órganos reproductores. Los músculos del suelo pélvico mantienen estos órganos en su sitio. Estos músculos también te permiten controlar cuándo hacer pis y caca, y experimentar placer en las actividades sexuales.
Cuando los músculos del suelo pélvico se debilitan o lesionan, les cuesta más trabajar juntos y relajarse (lo que también se denomina “disfunción del suelo pélvico”). Sin estos músculos trabajando juntos, una persona puede ser más propensa a tener accidentes antes de llegar al baño (el término médico para esto es “incontinencia urinaria o fecal”).
Rachel Gelman, PT, DPT, CSC, es especialista en suelo pélvico, asesora sexual y propietaria de Pelvic Wellness and Physical Therapy. Gelman enumera los siguientes como otros síntomas de disfunción del suelo pélvico:
estreñimiento
ganas frecuentes de orinar
incapacidad para retener las heces
dolor durante el acto sexual
dolor al orinar
Los tratamientos para el cáncer de mama y el suelo pélvico
Tras el tratamiento para el cáncer de mama, es posible que notes que tu suelo pélvico ya no es tan fuerte como antes. Los estudios demuestran que, en las mujeres con cáncer de mama, los músculos del suelo pélvico son más débiles que en las que no lo padecen.
Los investigadores no saben exactamente qué causa los problemas del suelo pélvico en las personas con cáncer de mama, pero algunos sospechan que la terapia hormonal puede tener algo que ver. Los estrógenos ayudan a mantener la salud del suelo pélvico. Pero algunos cánceres de mama utilizan hormonas como el estrógeno para crecer. Para prevenir el crecimiento del cáncer, se utiliza la terapia hormonal para impedir que el estrógeno y otras hormonas lleguen a las células del cáncer de mama. El bloqueo de estrógenos puede provocar problemas en el suelo pélvico.
La terapia hormonal no es el único tratamiento para el cáncer que puede afectar el suelo pélvico. La quimioterapia también puede provocar la inactividad temporal de los ovarios, lo que conduce a una menopausia precoz. La menopausia precoz también puede debilitar el suelo pélvico.
Los problemas del suelo pélvico pueden ser peores para las personas que reciben tratamiento del cáncer de mama porque no los conocen. Un estudio reducido publicado en 2022 en la revista Support Cancer Care sugiere que no se está informando a las mujeres en tratamiento para el cáncer de mama sobre la posibilidad de disfunción del suelo pélvico. Según lo declarado en el estudio, las personas participantes afirmaron que, si hubieran sabido que tenían un mayor riesgo de desarrollar problemas en el suelo pélvico después del tratamiento, habrían estado mejor preparadas para controlar la afección.
¿Qué es la terapia del suelo pélvico?
La terapia del suelo pélvico es un tratamiento que puede reentrenar los músculos pélvicos. Esta terapia también se conoce como “entrenamiento muscular del suelo pélvico o Kegels”.
“La terapia del suelo pélvico es una forma especializada de fisioterapia o terapia ocupacional”, afirma Ruth Jenkins, PT, DPT. Jenkins es directora nacional de Salud Pélvica y Bienestar en FYZICAL Therapy & Balance Centers en Sarasota, Florida. La terapia la imparten fisioterapeutas con formación que enseñan a las personas a fortalecer, relajar y coordinar los músculos, ligamentos y tejidos conjuntivos que sostienen la vejiga, el útero y el recto.
La terapia del suelo pélvico incluye varios tratamientos, por ejemplo:
biorretroalimentación: una técnica mente‑cuerpo que te ayuda a recuperar el control de tus funciones corporales.
ejercicios de respiración profunda y relajación: prácticas de consciencia plena que pueden ayudar a relajar los músculos del suelo pélvico
ejercicios para fortalecer los músculos centrales y pélvicos: también conocidos como “ejercicios de Kegel”, estos consisten en apretar y relajar los músculos del suelo pélvico para mejorar el control muscular y minimizar las pérdidas
estiramientos musculares: la respiración profunda y los ejercicios de relajación pueden ayudar a aflojar los músculos
cambios en la alimentación: evitar el alcohol o la cafeína puede ayudar con los problemas urinarios
técnicas de autocuidado: tomar medicación, evitar actividades que puedan causar dolor en el suelo pélvico y beber suficiente agua pueden ayudar a tratar los problemas del suelo pélvico
masaje de tejidos blandos: este masaje puede ayudar a estirar los músculos tensos del suelo pélvico
dilatador vaginal: los dispositivos de plástico o silicona pueden estirar suavemente el tejido vaginal para reducir el dolor durante el sexo
La biorretroalimentación es el tipo más común de terapia del suelo pélvico, que puede reentrenar el suelo pélvico. “La biorretroalimentación es un proceso que proporciona a las personas información sobre su [cuerpo], como el ritmo cardíaco, las ondas cerebrales o la tensión muscular, para ayudarlas a aprender a controlar y regular estas funciones”, afirma Gelman.
Se colocan sensores en la zona pélvica o en su interior durante una sesión de biorretroalimentación. Estos detectan la actividad muscular del suelo pélvico. El monitor muestra los datos del sensor, lo que refleja el movimiento de los músculos del suelo pélvico.
Junto con tu terapeuta, puedes utilizar esta información para asegurarte de estar realizando los ejercicios del suelo pélvico correctamente. “Un terapeuta pélvico con formación guía las sesiones y comparte los datos contigo. Estos pueden compararse a medida que se producen mejoras”, declara Jenkins.
Hay otras dos formas de llevar adelante la biorretroalimentación: con un espejo o a mano. “El espejo brinda información visual de lo que hacen los músculos. O puede hacerse manualmente: el proveedor palpa los músculos y te da información”, agrega Gelman.
Búsqueda de un terapeuta del suelo pélvico
Un buen comienzo es preguntarle al médico. Puede ser tu médico de atención primaria o tu oncólogo. Pueden ofrecerte recomendaciones o derivarte a alguien.
También puedes ponerte en contacto con tu clínica local de fisioterapia ambulatoria y preguntar si cuentan con algún terapeuta del suelo pélvico.
El localizador de fisioterapeutas de la Asociación Estadounidense de Fisioterapia o la herramienta de búsqueda de Pelvic Rehab también son buenos recursos.
¿Mi seguro cubrirá la terapia del suelo pélvico?
Según Jenkins, la mayoría de los seguros médicos cubren la terapia del suelo pélvico. Pero primero consulta con tu compañía de seguros. Si tienes que pagar de tu bolsillo o si necesitas una derivación o aprobación previa, te interesará saber qué copagos o coseguros puedes esperar para tus sesiones. Algunas compañías de seguros pueden requerir una derivación o aprobación previa del profesional de atención médica para determinar si la terapia del suelo pélvico es médicamente necesaria.
Antes de tu primera sesión, también tendrás que preguntarle al fisioterapeuta si acepta seguros. Algunos no trabajan con seguros médicos.
Ejercicios para el suelo pélvico en casa
Aunque con el tiempo puedes llegar a realizar ejercicios para el suelo pélvico desde la comodidad de tu casa, lo mejor es que empieces por obtener una evaluación de un terapeuta del suelo pélvico con certificación.
Los ejercicios del suelo pélvico en casa no son una solución única. Jenkins dice que hacer estos ejercicios sin supervisión puede ser difícil, e incluso, peligroso.
“Si una persona tiene espasmos en el suelo pélvico o los músculos tensos y comienza un programa de fuerza, esto podría empeorar el espasmo”, dice Jenkins. Otro problema puede surgir si tienes dolor por compresión de los nervios en la pelvis, añadió, “ya que ciertos estiramientos pueden empeorar ese dolor”.
Si quieres hacer terapia del suelo pélvico, trabaja con un profesional con certificación. Así, podrás asegurarte de estar haciendo los ejercicios adecuados para reentrenar el suelo pélvico y obtener los resultados que deseas.
— Se actualizó por última vez el 1 de marzo de 2025, 16:19