La historia de Kate Victoria: Lo que aprendí sobre la terapia de reemplazo hormonal (TRH) y el cáncer de mama (seno)

Kate Victoria quedó anonadada por el diagnóstico, pero se sorprendió aún más por la posible causa.
 
Kate Victoria Saunders headshot

Kate Victoria Saunders es miembro de la comunidad Breastcancer.org en Coventry, Reino Unido.

La razón principal por la que comparto mi historia sobre el cáncer de mama dar “mi opinión” sobre por qué lo padecí y para que otras personas sean conscientes de ello.

En agosto de 2022, a los 52 años y sin haber tenido nunca problemas de salud, me encontré un bulto en la mama derecha mientras me secaba después de ducharme. Me había hecho una mamografía un año antes y no me habían detectado nada. Siempre he sido bastante buena con el autochequeo, pero sé que unos meses después de la mamografía estuve un poco despistada porque no me habían encontrado nada.

A las dos semanas me hicieron otra mamografía, en la que tampoco se detectó ningún bulto, pero en la ecografía y la biopsia sí se vio el tumor.

Para mi sorpresa, quince días más tarde recibí por correo una carta y unos folletos de mi médico de cabecera. Una carta que empieza: “¡Lamento que tangas cáncer!”. Caí al suelo conmocionada. El personal médico había metido la pata, no deberían haberme informado de esa manera. Después tuve que esperar dos días para hablar con alguien y saber qué pasaba.

Me diagnosticaron un bulto de 29 mm con estrógeno positivo, progesterona positiva y negativo para HER.

Después de mi resonancia magnética de mama inicial, se encontraron lesiones en mi columna vertebral. Fue una época aterradora. Me hicieron más pruebas, muchas esperas, una reacción alérgica a la tomografía computarizada, etc., pero finalmente la buena noticia fue que esas lesiones no eran cáncer; no se había extendido.

En aquel momento, estaba tomando la dosis más alta de TRH (terapia de reemplazo hormonal). También tenía colocado un dispositivo Mirena que produce progesterona. El oncólogo me dijo que debía suspender ambos de inmediato. Dejarlos de golpe mientras me preocupaba por el cáncer fue un momento horrible de mi vida.

Me sometí a dos operaciones, una lumpectomía y luego una segunda porque mis márgenes no estaban limpios.

El punto principal de esta historia es que mi médico de cabecera nunca me dijo que redujera la dosis de TRH. También me permitió que me pusieran un nuevo dispositivo (cuando creo que la progesterona está en su punto más fuerte) al mismo tiempo que me recetaba la TRH. Mi oncólogo, por supuesto, no dijo que esto causara el cáncer, pero estaba asombrado de que esto hubiera sucedido.

No tengo antecedentes de cáncer de mama en mi familia, estoy muy en forma, nunca he tenido sobrepeso, llevo una dieta pescetariana sana, etc. Nada más me lleva a contraer esta terrible enfermedad. Sigo creyendo en la TRH, ya que tengo amigas que no podrían mantener sus trabajos sin ella, pero, POR FAVOR, ten en cuenta la dosis y la cantidad que te recetan, y pide consejos sobre mezclarla con los dispositivos de progesterona. Todos nos creemos muy rápido lo que vemos en las redes sociales y en la televisión sin investigarlo a fondo. Además, ¡no confíes solo en las mamografías! Si lo hubiera hecho, no estaría aquí escribiendo esta historia.

Ahora estoy luchando con letrozol. ¡Tuve mi lucha con el tamoxifeno y me ganó; cambié a letrozol y también lo odio! Sigo comiendo bien y me encanta hacer ejercicio.

Escribo con la esperanza de que mi mensaje llegue aunque sea a una sola mujer y le sirva de ayuda.

Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias a mi fantástica pareja, a mi hijo y a mis maravillosas amigas por el increíble apoyo que me brindaron. Los quiero mucho a todos x