Tratamientos del cáncer de mama (seno) metastásico

Las combinaciones de tratamientos pueden ayudar a mantener el cáncer metastásico bajo control durante años.
 
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Aunque actualmente el cáncer de mama metastásico no tiene cura, existen más tratamientos que nunca para ayudar a controlar su propagación. El cáncer puede estar activo en ciertos momentos y luego entrar en remisión durante un tiempo. A menudo, se utilizan muchos tratamientos diferentes (solos, combinados o en secuencia), y cada día se prueban nuevos medicamentos.

 

Planificación del tratamiento

Hay varios enfoques para tratar el cáncer de mama metastásico. La mayoría de las decisiones sobre el tratamiento dependen de la parte del cuerpo hacia la que se haya propagado el cáncer, las características del cáncer (por ejemplo, el estado de HER2 y el estado respecto de los receptores de hormonas), tus síntomas y los tratamientos que hayas recibido antes. 

Si tienes preguntas o dudas sobre tu diagnóstico o el plan de tratamiento propuesto, no dudes en pedir una segunda opinión. Aunque una segunda opinión puede confirmar el plan de tu médico original, otro médico también puede plantear opciones de tratamiento adicionales que no habías considerado o recomendar un curso de acción diferente.

 

Tipos de tratamiento

Los médicos suelen tratar el cáncer de mama metastásico en cualquier parte del cuerpo con medicamentos sistémicos, que recorren todo el cuerpo. Entre los tratamientos sistémicos habituales, se incluyen los siguientes:

  • Quimioterapia: La quimioterapia utiliza medicamentos para ayudar a detener o ralentizar el crecimiento de las células del cáncer de mama al dirigirse a las células que se dividen rápidamente.

  • Terapia hormonal: si te diagnosticaron cáncer de mama positivo para receptores de hormonas, se puede usar la terapia hormonal para ayudar a impedir que el cáncer crezca.

  • Terapias dirigidas: Estos medicamentos identifican y tratan con precisión tipos específicos de células del cáncer de mama, como las células que tienen demasiadas proteínas HER2 o presentan una mutación en el gen BRCA.

  • Inmunoterapia: Esta terapia utiliza medicamentos para potenciar el sistema inmunitario con el fin de detener o ralentizar el crecimiento del cáncer y destruir las células cancerosas.

A veces, se recomiendan tratamientos locales dirigidos a una parte específica del cuerpo, como:

  • Cirugía: Un cirujano corta y extirpa el cáncer y parte del tejido circundante.

  • Radiación: Esta terapia utiliza rayos X o partículas especiales de alta energía para dañar el ADN de una célula cancerosa. Cuando se daña el ADN de una célula cancerosa, esta no puede dividirse con éxito y muere.

Según cómo responda el cáncer al tratamiento, es posible que el médico te recomiende tomarte un descanso del tratamiento cuando la enfermedad esté bajo control y te sientas bien. En algunos casos, el tratamiento puede dejar de funcionar, y es posible que el cáncer comience a crecer (a este fenómeno también se lo denomina “progresión”). Si esto sucede, tu médico te hablará sobre otras opciones de tratamiento. Si un tratamiento deja de funcionar, a menudo hay otro para probar.

Atención paliativa

Los cuidados paliativos, que a veces también se denominan cuidados de apoyo, ayudan a controlar los síntomas y el estrés. Es una capa adicional de apoyo que no sustituye a ninguna otra atención médica que recibas. En cambio, los cuidados paliativos añaden un tratamiento adicional de los síntomas y proporcionan apoyo emocional, jurídico, espiritual y social. Cualquier persona con cáncer puede recibir cuidados paliativos y beneficiarse de ellos, independientemente de la fase del cáncer en la que se encuentre o de su esperanza de vida. 

Los proveedores de cuidados paliativos se especializan en el dolor y otros efectos secundarios, ya sean físicos, mentales o espirituales. Los equipos de cuidados paliativos también pueden servir de enlace con los equipos de atención oncológica: Pueden explicarte las opciones de tratamiento y ayudarte a tomar decisiones médicas que se ajusten a tus valores, necesidades y preferencias.

 

Estudios clínicos sobre el cáncer de mama metastásico

Si estás recibiendo tratamiento del cáncer de mama metastásico, quizá te convenga hablar con tu médico sobre la posibilidad de que participar en un ensayo clínico sea apropiado para ti. Participar como voluntaria en un ensayo clínico significa que puedes probar un nuevo tratamiento contra el cáncer para ayudar a los investigadores a averiguar si es seguro y eficaz. Participar en un ensayo clínico te permite ayudar a los investigadores a encontrar mejores tratamientos del cáncer de mama. Esto también podría beneficiarte al permitirte probar un tratamiento que aún no está a disposición del público y que podría ser eficaz.

 

Cuidados de apoyo

Sin dudas, puede dar miedo preguntar qué sigue para ti cuando los tratamientos dejen de funcionar o se tornen demasiado complicados. En ocasiones, la familia, los amigos e incluso los miembros del equipo médico de una persona pueden fomentar una actitud positiva y optimista. Pero tiene sentido considerar lo que podrías hacer, siempre y cuando los efectos secundarios (y el estrés) de recibir tratamiento constante superan los beneficios.

Interrumpir el tratamiento del cáncer de mama no es lo mismo que interrumpirlo por completo. El plan de cuidados, en lugar de centrarse en tratar el cáncer de mama, pasará a centrarse en tratar los síntomas para que puedas vivir bien. Puede que tu médico te recomiende que tu colaboración con tu equipo de cuidados paliativos sea más estrecha, y que luego recibas cuidados para pacientes terminales.

El cuidado para pacientes terminales, una variedad dentro de los cuidados paliativos, es un enfoque asistencial que se centra en ayudar a las personas a vivir bien (física, mental y emocionalmente) al final de la vida. Puede administrarse en un centro asistencial o a domicilio.

— Se actualizó por última vez el 30 de agosto de 2025, 13:51