Información sobre los adenomas de mama: síntomas y tratamientos
Estos tumores benignos crecen en la fina capa de tejido que recubre las superficies internas de la mama. A veces, no causan ningún problema y desaparecen por sí solos. Pero, en otras ocasiones, pueden causar dolor y hay que extirparlos con cirugía.
Los investigadores no saben con certeza cuál es la causa de los adenomas, pero sospechan que las fluctuaciones hormonales contribuyen a su aparición. Algunas personas parecen ser más propensas a desarrollar adenomas mamarios e incluso pueden tener varios en cada mama al mismo tiempo.
Tipos de adenomas mamarios
Existen algunos tipos diferentes de adenomas mamarios:
El fibroadenoma es el tipo más común de adenoma mamario. Suele desarrollarse en mujeres de entre 15 y 35 años y puede asociarse a la toma de píldoras anticonceptivas antes de los 20 años.
Los fibroadenomas pueden ser redondos u ovalados y su tamaño oscila entre el de una canica pequeña y el de una pelota de golf. Pueden ser gomosos o duros al tacto, pero no suelen doler y se mueven con facilidad bajo la piel. La mayoría de los fibroadenomas no aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero los fibroadenomas complejos (que tienen depósitos de calcio y quistes) pueden aumentar ligeramente el riesgo de cáncer de mama. La mayoría de los fibroadenomas desaparecen por sí solos, pero los de mayor tamaño pueden extirparse mediante cirugía.
Los adenomas tubulares se presentan, sobre todo, en las mujeres menores de 35 años. Estos adenomas poco frecuentes suelen tener el mismo aspecto y tacto que los fibroadenomas, pero lucen diferente cuando se observan con un microscopio. El Dr. Emil Fernando, oncólogo quirúrgico y experto en cáncer de mama de Allegheny Health Network, afirma que suele recomendar la cirugía para extirpar un adenoma tubular por si acaso el diagnóstico de su crecimiento se hizo de forma errónea y, en realidad, es algo más peligroso.
Un adenoma de pezón se produce dentro del pezón o debajo de este. Suele provocar secreciones del pezón y puede causar hemorragias. Hay más probabilidades de que los adenomas de pezón sean dolorosos y se requiera una extirpación quirúrgica que en el caso de otros tipos de adenomas mamarios, afirma Fernando. Por lo general, no es necesario extraer el pezón en sí.
El adenoma de la lactancia es la causa más común por la que puede aparecer una masa en las mamas de las mujeres embarazadas o lactantes. Los tumores se desplazan con facilidad bajo la piel y suelen contener varios lobulillos, que son pequeñas glándulas que producen leche. Los adenomas de la lactancia suelen desaparecer por sí solos una vez que se da a luz o se deja de dar el pecho, por lo que no suele ser necesario extirparlos.
Es muy raro que los adenomas pleomórficos aparezcan en la mama, pero son frecuentes en las glándulas salivales. Puede resultar difícil diagnosticarlos y, a veces, se confunden con tumores malignos. Los adenomas pleomórficos se denominan tumores “mixtos” porque no solo surgen de la fina capa de tejido que recubre las superficies internas de la mama, sino también de un tipo adicional de tejido. Se presentan sobre todo en mujeres posmenopáusicas y alrededor de la areola. A menudo se extirpan mediante cirugía.
Un adenoma apocrino es una masa mamaria extremadamente rara que está formada enteramente por células apocrinas, que constituyen una glándula de la mama que añade gotas de grasa a la leche materna. Tienen bordes que los separan con claridad del tejido mamario y pueden contener acumulaciones de calcio (denominadas calcificaciones). Existen tan pocos casos de adenomas apocrinos que los investigadores no pueden afirmar si aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Pueden requerir cirugía.
El adenoma ductal es extremadamente raro, pero es más frecuente en mujeres mayores de 60 años. Puede parecerse a un tumor maligno, por lo que se recomienda la cirugía. Aparece en los conductos que llevan la leche materna a los pezones. Es posible que lo sientas como un bulto y puede causar secreción del pezón.
¿Cómo se diagnostican los adenomas mamarios?
Es posible que notes por primera vez un adenoma mamario mientras te bañas o te realizas una autoexploración. De forma alternativa, tu médico puede notarlo durante un examen médico. También lo puede detectar una mamografía. Según algunos factores, puede diagnosticarse mediante una ecografía, una mamografía o una biopsia. Si tienes menos de 30 años, es probable que tu médico te lo diagnostique con una ecografía. Si tienes más de 30 años, es probable que te realicen una mamografía. Si estas pruebas no dan una respuesta clara sobre la naturaleza del nódulo mamario, el médico puede solicitar una resonancia magnética de mama, que a veces puede aclarar el diagnóstico, o puede recomendar una biopsia para tener más seguridad.
Tratamiento de los adenomas mamarios
Si te han diagnosticado un adenoma mamario y tu médico tiene la seguridad de que no es cáncer de mama, no es necesario tratarlo. Si el adenoma mamario no deja de crecer, el diagnóstico no está claro o sientes dolor u otras molestias, es probable que tu médico te recomiende que te realices una cirugía.
La cirugía de un adenoma mamario solo dura media hora aproximadamente y suele ser ambulatoria, lo que significa que podrás irte a casa el mismo día de la operación. La recuperación dura aproximadamente una semana, afirma Fernando. La cicatriz resultante suele ser pequeña y puede ocultarse alrededor de la areola o en la parte inferior de la mama.
¿Aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama si tengo adenomas mamarios?
No, en general no están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
En raras ocasiones, los tumores cancerosos pueden confundirse con adenomas, afirma Fernando. Por eso, si un tumor de mama parece un adenoma y no se extirpa mediante una cirugía, los proveedores lo vigilarán para asegurarse de que no muestre signos de crecimiento u otros cambios que puedan sugerir que es un tumor maligno.
— Se actualizó por última vez el 22 de febrero de 2025, 20:24