Cáncer de mama (seno) fungiforme

Comprender los signos del cáncer de mama fungiforme y la importancia de una intervención precoz puede ayudarte a ti y a tu equipo de atención médica a elaborar el mejor plan de tratamiento para ti.
 

Los tumores que rompen la piel de la mama son poco frecuentes, pero pueden tratarse. Muchas de las terapias habituales contra el cáncer de mama, como la quimioterapia, la radioterapia, la terapia hormonal y la inmunoterapia, pueden utilizarse para reducir lo que se conoce como tumor “fungiforme”. Cuando se combinan con el cuidado de las heridas, estos tratamientos también pueden ayudar a reducir el dolor y la infección.

 

¿Qué es un tumor de mama fungiforme?

Los tumores de mama fungiformes (o ulcerantes) son tumores poco frecuentes que crecen a través de la piel de la mama. El término fungiforme se refiere al aspecto que presenta el tumor cuando atraviesa la piel, con forma de hongo o coliflor. Solo entre el 2 % y el 5 % de los tipos de cáncer de mama localmente avanzados, en los que el tumor se ha extendido fuera de la mama, se convertirán en heridas de mama fungiformes. 

“Muchos tipos diferentes de cáncer pueden acabar atravesando la piel, incluidos los de cabeza y cuello, piel y mama”, afirma la Dra. Anne Peled, cirujana especializada en cáncer de mama y codirectora del Breast Care Center of Excellence del Sutter Health California Pacific Medical Center. 

Si el cáncer se forma cerca de la piel de la mama y continúa creciendo sin ser tratado, el tumor eventualmente puede llegar a las capas de la piel y destruir el tejido cutáneo, causando una herida abierta. Es en este momento cuando se considera al tumor como fungiforme. 

 

Cómo se desarrollan los tumores de mama fungiformes

El cáncer de mama fungiforme comienza como los demás tipos de cáncer de mama: con células anormales en la mama que crecen y se multiplican.

Los tumores fungiformes empiezan siendo pequeños, pero si no se diagnostican ni se tratan, pueden crecer hasta alcanzar un tamaño considerable, explica Dhivya Srinivasa, MD, FACS, cirujano plástico, especialista en microcirugía reconstructiva y fundador de The Institute for Advanced Breast Reconstruction, con sedes en California y Texas. “La rapidez con la que esto ocurre depende del tumor. Algunos son agresivos, y el proceso es rápido. Los tumores menos agresivos crecen a ritmos más desacelerados”. 

Como estos tumores pueden parecer tan pequeños, Peled dice que pueden pasarse por alto o diagnosticarse erróneamente como una infección o una picadura de insecto que se ha irritado. “Normalmente, cuando se hacen muy grandes, es porque han pasado desapercibidos o no se han diagnosticado durante un tiempo”, dice.

 

Síntomas del cáncer de mama fungiforme

La mejor forma de detectar cambios preocupantes en las mamas es prestar atención a su aspecto y tacto mediante las autoexploraciones mamarias y las mamografías periódicas. 

Si detectas un bulto o una herida en el pecho que no desaparece, es conveniente que te hagas revisar por un médico. De este modo, si algo va mal, se puede abordar la cuestión antes de que se convierta en un problema mayor. 

Los siguientes son síntomas del cáncer de mama fungiforme:

  • una úlcera o herida abierta en el pecho

  • piel infectada o inflamada con enrojecimiento e hinchazón

  • piel oscurecida, que puede representar zonas en las que el tejido ha muerto

  • dolor en la zona

  • mal olor

  • supuración en la herida

  • hemorragia

“Si aparecen nuevos bultos o cambios en el aspecto de los senos, asegúrate de examinarlos con tu proveedor de atención médica”, aconseja Peled. 

 

¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama fungiforme? 

Por lo general, el cáncer de mama fungiforme se diagnostica cuando una persona acude con una herida que ha notado o que ha detectado un proveedor de atención médica durante un examen físico, explica Peled. “Mientras que algunos proveedores pueden no pensar en el cáncer de mama inicialmente, por lo general recomendamos que se evalúe cualquier nuevo hallazgo en la mama que no haya desaparecido en unas pocas semanas con (...) un diagnóstico por imagen de la mama o una biopsia para descartar que no se trate de un cáncer”.  

El diagnóstico por imagen de la mama puede incluir una mamografía, una ecografía o ambas, para ver si hay un tumor bajo la piel, dice Peled. También es posible que te hagan una biopsia de piel o una biopsia con aguja para ver si el tumor es canceroso o no (benigno). 

Normalmente, los casos de cáncer de mama fungiformes se diagnostican en estadios avanzados, pero no siempre, explica Srinivasa. “Es posible tener un tumor localmente agresivo que no se haya diseminado de otra manera”.

 

Cómo tratar el cáncer de mama fungiforme

El tratamiento del cáncer de mama fungiforme dependerá del tipo de tumor, así como de la edad y el estado de salud de la persona afectada. Tanto Srinivasa como Peled coinciden en que normalmente se trata de una combinación de tratamientos, que pueden incluir:

Peled afirma que se puede utilizar en primer lugar la quimioterapia, la inmunoterapia o la terapia hormonal para reducir el tamaño del tumor, a veces hasta el punto de que este desaparezca casi por completo. En ese momento, la cirugía puede extirpar cualquier cáncer que aún esté presente, y un cirujano puede cerrar la herida. 

Es posible curarse completamente de un cáncer de mama fungiforme, afirma Peled. Sin embargo, a veces, puede que la cirugía no sea posible si el tumor es demasiado grande para extirparlo eficazmente y cerrar la herida de forma segura. Si no puede extirparse el tumor, es posible utilizar la radioterapia para controlar la hemorragia y el dolor.

Cuidado de heridas

Si no es posible cerrar la herida con cirugía, un equipo de atención médica especializado en el cuidado de heridas intervendrá mientras continúas recibiendo otros tratamientos para seguir intentando reducir el tumor. El cuidado de las heridas suele estar supervisado por un cirujano.

“Es importante minimizar la hemorragia, optimizar la comodidad y controlar el dolor. También hay que asegurarse de que la herida permanezca limpia y libre de infecciones”, aconseja Srinivasa. 

Tu equipo de atención te guiará paso a paso sobre qué hacer para tratar el tumor fungiforme, pero en general, esto es lo que puedes esperar cuando te realices las curaciones de la zona:

  • Para limpiar la herida, se utiliza agua estéril, agua de grifo y jabón medicinal líquido.

  • Los apósitos absorbentes y los adhesivos ayudan a mantener seca la herida. Si la herida despide olor, el equipo de atención médica puede aconsejarte el uso de apósitos con carbón activado o una miel de calidad médica.

  • Pueden utilizarse antibióticos u otros antimicrobianos para tratar o prevenir la infección.

El equipo de tratamiento de heridas podrá recomendarte y ayudarte a aplicar el tipo adecuado de apósitos y puede ayudarte a controlar el dolor. También controlarán el tamaño y el color de la herida, la cantidad de secreción que sale de ella y su aspecto, así como el manejo del tejido infectado. Esto te ayudará a tí y al equipo a saber si la herida está empeorando. 

Salud mental

El tratamiento del cáncer de mama fungiforme no siempre consiste únicamente en gestionar los problemas físicos. Tener este tipo de tumor puede afectar a tu bienestar mental. Las investigaciones indican que las personas con este tipo de tumor pueden experimentar vergüenza, pudor, ansiedad y preocupación por su propia imagen debido a la naturaleza de las úlceras, a veces de gran tamaño, que aparecen en la mama. Es por eso que el tratamiento también puede incluir asesoramiento y medicamentos como los antidepresivos. 

 

¿Existen formas de reducir el riesgo de desarrollar tumores de mama fungiformes?

Según Peled, la mejor forma de reducir precozmente el riesgo de desarrollar tumores fungiformes de mama es someterse a revisiones periódicas. El Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los EE. UU. (U.S. Preventive Services Task Force) recomienda la detección del cáncer de mama cada dos años para las personas de 40 a 74 años.

— Se actualizó por última vez el 29 de marzo de 2025, 16:21