Cáncer de mama (seno) metastásico: síntomas y diagnóstico
El cáncer de mama metastásico, también llamado cáncer de mama en estadio IV (4) o “metástasis”, es un cáncer de mama que se ha extendido a otra parte del cuerpo. Los síntomas del cáncer de mama metastásico pueden ser muy diferentes, en función de dónde se haya extendido el cáncer.
Síntomas del cáncer de mama metastásico
A continuación, detallamos los síntomas del cáncer de mama metastásico:
dolor de espalda, en los huesos o las articulaciones que no desaparece;
dificultad para orinar;
adormecimiento o debilidad en cualquier lugar del cuerpo;
tos seca constante;
falta de aire o dificultad para respirar;
dolor en el pecho;
inflamación, dolor o sensibilidad abdominal;
náuseas, vómitos y pérdida de peso constantes;
ictericia (una coloración amarillenta en la piel y la parte blanca de los ojos);
dolores de cabeza intensos;
convulsiones;
pérdida del equilibrio;
confusión;
fatiga constante; y
erupción o manchas en la piel, especialmente en la zona de las mamas o en la pared torácica.
Lo más frecuente es que el cáncer metastásico se extienda a los huesos, los pulmones, el cerebro o el hígado.
Un nuevo dolor repentino y perceptible es el síntoma más frecuente del cáncer de mama que se ha extendido al hueso (pero el cáncer metastásico no siempre es la causa del dolor en los huesos). Al principio, el dolor puede ser esporádico, pero con el tiempo, se puede volver constante. Si el dolor se siente igual de intenso o incluso peor al descansar o al acostarte, puede ser una señal de que hay un problema.
Las complicaciones que surgen de las metástasis en los huesos se denominan “eventos relacionados con el esqueleto” (ERE) e incluyen lo siguiente:
dolor intenso repentino e incapacidad para moverse, que puede ser un indicio de fractura;
dolor en la espalda o el cuello, entumecimiento o debilidad en alguna zona del cuerpo, o dificultad para orinar o evacuar: todos estos son posibles signos de compresión de la columna, que ocurre cuando una vértebra fracturada presiona la médula espinal y los nervios espinales; y
fatiga, debilidad, náuseas, pérdida de apetito o deshidratación, que pueden ser indicios de niveles muy altos de calcio en la sangre a causa de la degradación ósea.
Los síntomas de la metástasis cerebral pueden incluir:
dolor de cabeza;
dificultad para hablar, visión borrosa, problemas de equilibrio, mareos o cualquier otra cosa que parezca inusual;
problemas de memoria;
cambios en la personalidad o el estado de ánimo;
convulsiones;
accidente cerebrovascular; y
Cuando el cáncer de mama se extiende a los pulmones, normalmente no causa síntomas, pero puede provocarlos. Algunos de estos incluyen lo siguiente:
dolor o malestar en los pulmones;
dificultad para respirar;
sibilancias;
tos persistente; y
tos con sangre y moco.
Puede ser difícil diferenciar los síntomas de las metástasis en los pulmones de los síntomas de un resfrío común o de las afecciones de las vías respiratorias altas. Muchos médicos recomiendan realizar una consulta para evaluar cualquier síntoma inusual que persista durante más de una o dos semanas.
Cuando el cáncer de mama se extiende al hígado, normalmente no causa síntomas, pero puede provocarlos. Algunos síntomas de la metástasis en el hígado son:
dolor o malestar en la parte central del abdomen;
fatiga y debilidad;
descenso de peso o falta de apetito;
náuseas;
fiebre;
hinchazón;
inflamación en las piernas; y
coloración amarillenta de la piel o la parte blanca de los ojos.
Diagnóstico de cáncer de mama metastásico
Si estás experimentando alguno de estos síntomas o algo más que te haga sentir que algo no está bien, es recomendable comunicarte con tu equipo médico por si desean verte para realizarte ciertos análisis. El médico puede recomendarte la realización de una o más pruebas para ver si el cáncer ha reaparecido:
un análisis de sangre, incluido un análisis de la función hepática, (también llamado panel hepático);
una exploración ósea de todo el cuerpo, con radiografías de huesos específicos o sin ellas;
un RM (resonancia magnética) de la columna vertebral o del cerebro;
una CT (tomografía computarizada) de tórax, abdomen, pelvis o cerebro;
una radiografía o ecografía del abdomen o del pecho;
una broncoscopia;
una biopsia de cualquier área sospechosa; y
una punción (también llamada toracocentesis, paracentesis o punción lumbar) para extraer líquido de una zona (como la cavidad torácica, el abdomen o la columna vertebral) con el fin de detectar células cancerosas.
Alrededor del 20 % de las personas diagnosticadas con cáncer de mama metastásico desarrollan cáncer de mama oligometastásico. El cáncer de mama oligometastásico significa que el cáncer se ha extendido a otras partes del cuerpo fuera de la mama, pero solo hay unas pocas y pequeñas lesiones metastásicas. Normalmente, el cáncer de mama oligometastásico se detecta en análisis que se realizan por otras cuestiones y no porque esté causando síntomas.
El carcinoma lobular invasivo es un tipo de cáncer de mama que comienza en las glándulas productoras de leche de la mama, llamadas lobulillos. El cáncer de mama lobular metastásico puede extenderse a los huesos, los pulmones, el cerebro y el hígado, pero también a lugares más inusuales, como los intestinos, el estómago, los ovarios y el útero. Muchos de los síntomas del cáncer de mama lobular metastásico se solapan con los síntomas del cáncer de mama metastásico típico, pero también pueden incluir hemorragias pélvicas inusuales.
— Se actualizó por última vez el 3 de septiembre de 2025, 16:57